Democracia versus arbitrariedad
La democracia es un sistema de distribución del poder, pero hay otras formas de obtenerlo: todo dictador que quiera mantenerse en el poder lo primero que hace es controlar los aparatos judicial y legislativo, pero nunca prescinde de una fachada democrática. Permite que voten los ciudadanos, aunque bajo sus condiciones (solo se pueden presentar sus afines y el programa político nunca contempla una dimisión), por ello el dictador se mantiene largos años, en algunos casos toda su vida, al frente del Gobierno. Para que esto no suceda las democracias occidentales nos hemos dado unas reglas de juego que se llaman Constitución y Estado de derecho, que protegen a los ciudadanos ante la arbitrariedad de los que ostenten el poder y garantizan que derechos y libertades se apliquen a cualquier ciudadano. Es la garantía que tenemos todos los españoles de que se impida toda arbitrariedad.
Guillermo de Rueda Escardò. Madrid
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