Namibia, el extraño país de África que a todos enamora
Namibia, con apenas dos millones de habitantes y 800.000 kilómetros cuadrados de superficie, es un puro desierto. Sin embargo, es uno de los destinos de moda. Y no hay viajero que no vuelva encandilado. ¿Por qué? En este vídeo trato de explicarlo
Desde las dunas rojas del desierto del Namib a la desolada costa de los Esqueletos, de los rótulos en alemán en las calles de Swakopmund a los poblados himba donde las mujeres aún van semidesnudas, Namibia siempre sorprende a quien la visita.
Este país del África austral, independiente desde solo 1990, es un ejemplo de estabilidad política y económica en un continente convulso. Tiene una primera ministra (uno de los dos unicos países de África, junto con Etiopía, donde gobierna una mujer) y una ley de Trabajo que desde 2004 protege a los ciudadanos sobre posibles discriminaciones en el empleo derivadas del embarazo o por ser portador del VIH. Sin embargo, lo que atrae cada vez a más viajeros son sus increíbles - y yermos- paisajes. He regresado a Namibia con El País Viajes tres años después de mi primera visita y he vuelto a alucinar con la belleza de estos desiertos. Lo cuento en este vídeo.
![](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/MCSIO56WB6ICL6HPLBOQTSUHBU.jpg?auth=b312c19ab4c12c498976715e5fb684e3da8968257c4fdbd4c53b8c4cc25a4701&width=414&height=233&smart=true)
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