Condenados a esperar
De la infinidad de condenas posibles que podemos sufrir los humanos la más cruel es, sin duda, la que nos condena a esperar. Nos pasamos la vida esperando. Pasamos nuestro tiempo esperando algo que muchas veces no ocurrirá. Así esperamos encontrar un buen trabajo o esperamos ascender en él. Esperamos ver el futuro resuelto de nuestros hijos. Esperamos y esperamos que nos toque la primitiva o que de una vez por todas se forme Gobierno. Pero ni lo uno ni lo otro, y seguimos esperando engañados por los falsos consejeros que nos dicen que la esperanza es lo último que se pierde, para que sigamos pacientes sin protestar, pero lo cierto es que el que espera desespera y ya estamos esperando mucho.
Joaquín Fernández Sánchez
Pozorrubio de Santiago (Cuenca)