¿Están convirtiéndose las ciudades en espacios aún más asociales por culpa de los auriculares inalámbricos?
Son uno de los artefactos tecnológicos de más éxito de los últimos años. Y quizá por eso, también de los más polémicos

Hay algo en lo que nadie parece discrepar. Los airpods, esos auriculares inalámbricos nacidos en 2016 al mismo tiempo que el iPhone 7, tienen un sonido excelente comparados con otros de su categoría. Y, como pasa con cada nuevo artefacto de Apple, marcan tendencia.
“Transforman a sus usuarios en extras involuntarios de películas distópicas de bajo presupuesto” Tomi Obaro, Buzzfeed
Hoy no existe marca que no tenga su propia interpretación a la venta. Pero, a pesar de esto, abundan los críticos. Muchos, por los problemas con su batería: según ellos, comienza a fallar a partir de los 18 meses de uso y como su diseño la hace imposible de arreglar resultan un carísimo producto desechable.
La segunda línea de crítica es más sutil y extensible al resto de fabricantes. La mejor manera de no perder esos pequeños artilugios es llevarlos siempre puestos, lo que, aseguran algunos, está transformando las ciudades en espacios, si cabe, aún más asociales. “Se han convertido en la señal universal de ‘no molestar’. La gente los lleva puestos a todas horas, y no porque estén escuchando música o atendiendo a una llamada: lo hacen para que les dejen en paz”, contaba en Xataka el periodista Javier Pastor. “Transforman a sus usuarios en extras involuntarios de películas distópicas de bajo presupuesto y las interacciones públicas cotidianas en un acto dadaísta”, escribía en Buzzfeed la neoyorquina Tomi Obaro. ¿Exagerado? Bueno, piénselo.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
Más información
Archivado En
Últimas noticias
La crisis humanitaria que la paz total no pudo parar: los ataques y desplazamientos vuelven al Catatumbo
Trump justifica su ataque a Nigeria por la masacre de cristianos, pero las víctimas del yihadismo son de todas las confesiones
Los tasadores hipotecarios se declaran en huelga contra la precariedad de la profesión
El Gobierno actualiza los coeficientes de plusvalía y penaliza las compraventas especulativas de vivienda
Lo más visto
- Acuerdo en Villamanín por el Gordo sin repartir: la comisión de fiestas cede más de dos millones por la paz del pueblo
- Maisa Hens, cantante: “Gracias al anuncio de El Almendro no tuve que volver a hacer un ‘casting”
- Junqueras avisa de que la recaudación del IRPF es “imprescindible” para negociar los presupuestos de Sánchez e Illa
- Timothy Morton, activista: “Estados Unidos es un gigantesco campo de concentración”
- La obsesión de Trump por poner su nombre a todo carece de precedentes en Estados Unidos





























































