Centenares de cazoletas cubren un área pétrea del yacimiento de La Cava. Fueron horadadas con fines mágicos o decorativos.Víctor SainzLa arqueóloga Mar Jurado supervisa una hornacinas que rodean el interior de una de las tres estancias del "edificio singular".Víctor SainzEn primer plano el hogar de la habitación central de la edificación íbera.Víctor SainzEl director de la excavaciones, Miguel Ángel Valero, en el interior de una de las ermitas visigodas que rodean el yacimiento de La Cava.Víctor SainzLa denominada habitación C del edificio tenía un muro divisorio sobre el que se anclaba la cubierta de la construcción.Víctor SainzValero se acerca al final del cañón de 70 metros de longitud que los íberos excavaron en la roca del montículo.Víctor SainzEl profesor muestra una de las pilas halladas en el interior del cañón.Víctor SainzLos arqueólogos han conseguido ya retirar más de un metro de tierra del desfiladero abierto sobre la roca y cuya finalidad se desconoce aún.Víctor SainzVista de la habitación dividida y que da directamente a un cortado con más de 60 metros de caída.Víctor SainzMiguel Ángel Valero muestra los fondos de cabaña del poblado de la Edad del Hierro que se levantó sobre el otero.Víctor SainzInterior de un pozo romano ubicado próximo al río de la Vega y al yacimiento de La Cava.Víctor SainzCruz visigoda tallada próxima a una de las cuevas habitadas por los eremitas en el actual término de Garcinarro.Víctor SainzInterior de una de las grutas donde rezaban los ermitaños en época visigoda.Víctor SainzDos arqueólogos cruzan el montículo de tierra que cubre la muralla que rodeaba el sur del poblado íbero.Víctor Sainz
