Luchar contra el fuego
Convendría alterar la ecuación para poder emplear más fondos en la prevención y menos en la extinción
Los incendios forestales han alcanzado una nueva categoría: son cada vez más extensos y voraces. Alentada por una prolongada ola de calor y el fuerte viento, la virulencia del fuego se ha dejado sentir durante los últimos días de junio en varias zonas del territorio español, especialmente en la Ribera d'Ebre, donde ha devorado más de 6.000 hectáreas. Ha sido este el primer gran incendio de la temporada estival y las previsiones no son halagüeñas. El cambio climático, la despoblación rural y la transformación socioeconómica favorecen la acumulación de grandes cantidades de biomasa inflamable, un óptimo combustible para que un fuego —intencionado o fortuito— se convierta en un megaincendio. La prevención, que pasa por una gestión sostenida de los bosques, es la mejor herramienta para que España no se convierta cada verano en un polvorín.
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La sociedad y las Administraciones se enfrentan a la llamada “sexta generación” de incendios, caracterizada por la enorme velocidad a la que se propagan las llamas. Comunidades autónomas y Ayuntamientos —incluso aquellos ubicados en zonas de alto riesgo— no siempre cuentan con planes específicos para combatir los siniestros, como ha puesto de relieve la Fiscalía especializada en medio ambiente y urbanismo. Además de voluntad política, es preciso destinar los necesarios recursos económicos para mantener limpios matorrales y bosques y evitar que España ostente el triste récord de ser el segundo país del Mediterráneo con más hectáreas calcinadas (alrededor de 100.000 al año). Convendría alterar la ecuación para poder emplear más fondos en la prevención y, por consiguiente, menos en la extinción.
La gestión del territorio y la creación de infraestructuras para que los bosques sean menos vulnerables son medidas inexcusables ante la amenaza de los megaincendios. Una política forestal conjunta, que aúne los esfuerzos en el ámbito local, autonómico y estatal, permitirá abordar con mayor éxito estas crisis medioambientales.
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