Boris Johnson y su peculiar familia
El padre del político participa en ‘realities’; dos de sus hermanos son periodistas contrarios al Brexit; su exmujer, consejera de la reina y su novia, una joven relaciones públicas
Olvídense por un instante del pánico generado en los pasillos de Bruselas ante la idea de que Boris Johnson sea el próximo residente de Downing Street, y piensen en los días de gloria y divertimento que va a dar la familia del primer ministro en potencia del Reino Unido. Tan disfuncional como los Trump, pero con ese toque de deliciosa excentricidad británica capaz de mezclar con absoluta naturalidad lo sublime y lo chabacano.
Stanley Johnson
Un híbrido de Sir David Attenborough y Arturo Fernández
Con 78 años, el padre de Boris mantiene la indómita cabellera rubia por la que su hijo es famoso en todo el mundo. Casado en dos ocasiones, Boris es fruto del primer matrimonio con la pintora Charlotte Johnson Wall. Político, diputado conservador, funcionario del Banco Mundial y de las instituciones europeas, autor de varios libros, defensor ferviente del medio ambiente, culto, gracioso, gamberro y encantado de haberse conocido. Con una copa de champán en la mano, celebraba las mejores escenas de su participación en el programa I'm a Celebrity (una especie de Supervivientes) y aseguraba, con un aspecto impecable, que “se trataba de la mejor cirugía gástrica a la que se había sometido”. Famosas son las broncas padre-hijo en el referéndum del Brexit de 2016. Stanley es un firme defensor de la permanencia del Reino Unido en la UE.
Carrie Symonds
Pigmalion, a la inversa
El nuevo amor de Boris Johnson, la exrelaciones públicas del Partido Conservador, Carrie Symonds, tiene 31 años, 23 menos que el exalcalde de Londres. A ella se le atribuyen las mejoras en el estilo y el físico de Johnson, y su estrenada templanza a la hora de abrir la boca. “Mi osito borrachín” (Boozie Bear], dicen que llama al político en la intimidad. Con ella se han acabado las noches de vino y ha comenzado un nuevo mundo para Boris: el yoga. Se pudo ver a Carrie al final de la sala de prensa durante el lanzamiento de la campaña para el liderazgo del Partido Conservador. A pesar de su voluntad de permanecer en la sombra, el escrutinio de los diarios tabloides ya se ha puesto en marcha. Su imagen de elegancia modesta, con un vestido de la diseñadora Karen Millen rebajado de 225 euros a 80, le salió por la culata, porque los periodistas pudieron apreciar también el bolso de Hermès de varios miles de libras que llevaba. Eso sí, matizó el diario The Sun, “de la anterior temporada”.
Jo Johnson
El lado serio y estilizado de Boris
El “Johnson más inteligente”, según algunos de sus compañeros conservadores, Jo Johnson, de 47 años, es Boris con 20 kilos menos y la raya del pelo impecable. Su educación europea, detrás de las andanzas y destinos de su padre (Universidad Libre de Bruselas, Escuela Europea…) y su trabajo como periodista del Financial Times le han convertido en la antítesis política de su hermano. Como diputado, batalló contra el Brexit, defiende que se celebre una nueva consulta sobre la salida del Reino Unido de la UE, y llegó a dimitir de su modesto puesto en el Gobierno británico como protesta por el torpe manejo de la situación de Theresa May, quien llevó al país, según Jo, a “la peor crisis vivida después de la del Canal de Suez”. Sin embargo, adora a Boris. “Es muy carismático y un hombre que inspira a los demás. Necesitamos a alguien que devuelva el entusiasmo al país, y él puede hacerlo”, explicaba a EL PAÍS.
Leo Johnson
En busca de la felicidad
Periodista, divulgador, apolítico, el hermano de Boris, Leo Johnson (51 años), está obsesionado con lograr que el Reino Unido sea un lugar más feliz, y lo intenta cada semana con su programa de radio en la BBC Hacking Happiness (Pirateando la felicidad). Para buscar la tranquilidad de espíritu con el político más popular de la familia ha descubierto el secreto: no hablar de política. “Encargamos unas pizzas de pollo y queso jalapeño y vemos un partido de fútbol de la liga inglesa. Ni una palabra sobre política. Amo a Boris como hermano, así que prefiero no hablar sobre su profesión”, contaba a The Daily Telegraph.
Rachel Johnson
La esperanza de los gibraltareños
La política es un asunto para adultos, defiende Rachel Johnson (54 años). Presentadora de televisión, periodista, tertuliana, “nacida anarquista y con un terrible deseo por lograr que las cosas sean más divertidas; una pequeña bomba nuclear antiaburrimiento”, como la define su hermano Leo, con quien es uña y carne, también difiere en sus planteamientos políticos del ubicuo Boris. Se presentó en representación de Gibraltar y de la región del sudoeste de Inglaterra en las pasadas elecciones al Parlamento Europeo, en las listas de la recién creada formación Change UK. El principal objetivo del nuevo partido, como lo es el suyo propio, era forzar un nuevo referéndum del Brexit en el Reino Unido. Rachel no obtuvo escaño.
Marina Wheeler
La abogada que le perdonó casi todo
Es Q.C. (Queen´s Counsel). Consejera de la Reina. El título que pueden esgrimir junto a su firma los abogados más prestigiosos del Reino Unido. Un título que sus colegas les otorgan por puras razones de mérito. Se ha especialiazado durante años en derechos humanos. Es además la madre de cuatro hijos de Boris Johnson y la mujer con quien más ha compartido su vida. De la que acaba de divorciarse. La que le perdonó durante años sus infidelidades y devaneos, hasta que dejó de hacerlo. Pero sigue siendo una amiga y consejera a la que Boris recurre a menudo.
Ali Kemal
La respuesta otomana
El bisabuelo de Johnson, Ali Kemal, fue periodista, poeta, editor y político del Imperio Otomano. Murió durante la Guerra de Independencia de Turquía: arrestado por el gobierno nacionalista al que cuestionaba en sus escritos, acabó linchado por una turba convenientemente agitada. Boris viajó hasta Estambul para entender la muerte de su antepasado. Y, de paso, para explicarse a sí mismo su innata necesidad de dejar su huella en la historia
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