Desde 2010, la arquitecta y diseñadora griega Katerina Kamprani se plantea qué pasaría si los objetos de nuestra casa estuvieran mal diseñados. Su proyecto, 'The Uncomfortable', es un juego visual, pero va más allá: nos deja la pregunta de si realmente esos elementos tienen el mejor diseño posible. Estos modelos de Kamprani incumplen, por lo menos, dos de los principios del buen diseño de Dieter Rams: no son útiles y cuando se trata de comprenderlos, una implosión se produce en el cerebro.
Su trabajo, explica la arquitecta en una charla TEDx, "es el producto de un largo camino de fracasos, errores y decepciones". La primera, quizá, darse cuenta de que ser arquitecta no es ninguna broma, algo que choca frontalmente con la herramienta que mejor utiliza para comunicarse con el público: el humor. Arquitectura era una carrera demasiado prestigiosa como para dejarla a mitad de camino, así que decidió terminar sus estudios. Entretanto, los blogs de diseño por entonces mostraban algo que la enamoraba: proyectos que eran a su vez juegos divertidos e inteligentes. Como el bolso con una suela de la talla 35 en la base, de Naoto Fukasawa, que permite apoyarlo en cualquier superficie sin que se manche. Esto le abrió los ojos: cuando acabara la licenciatura, estudiaría Diseño. Pero, claro, aquello no era menos serio: conlleva la responsabilidad de crear un producto que va a ser utilizado por miles de personas. Retomando el ejemplo del bolso con suela: "Al tratar de solucionar un problema crea otro, pues si lo colocas en el suelo y la suela se ensucia, entonces no lo puedes posar sobre la mesa o el sofá".