Inauguración artística de lujo con mujeres pescadoras y ganador de un Oscar incluidos

No faltó de nada. Música, sí; danza, sí; teatro, también. Fotografía, escultura, cine, conferencias, reflexiones, relaciones… El patio del Instituto Francés de Saint Louis (Senegal), donde se acoge la primera residencia artística de Francia en África Subsahariana, la Villa Saint-Louis Ndar, fue una fiesta continua en su inauguración la semana pasada.

Tras su presentación pública el pasado febrero, las expectativas eran grandes. “El programa fue concebido para reflejar el espíritu que pretende tener la residencia: una selección del panorama cultural actual más puntero combinado con espectáculos populares que pudiesen acercar al máximo de público local”, explica Víctor Faye, coordinador de la Villa Saint-Louis Ndar. Para ello, el equipo de Faye seleccionó un buen elenco de talentos locales y se guardó un as en la manga.

Las instalaciones se quedaron pequeñas cuando entró en escena el artista Baaba Maal, conocido como el griot del Río Senegal y que trajo tras de sí a una hilera de buses procedentes del departamento de Podor, a tres horas de la ciudad de Saint Louis. Maal, uno de los hijos predilectos de la región y reciente ganador de un premio Oscar por su tema en la película Black Panther, deleitó los oídos de la audiencia que no acostumbra a verle en la ciudad, y menos gratis.

Otro punto crucial fue la acogida del Ballet Ndar, con una puesta en escena que incluía poesía, cantos de fanal y percusiones tradicionales y que abrió las puertas de la Villa a la comunidad pescadora de Saint Louis: “Traer a las mujeres de Guet Ndar aquí era importante para mostrar que queremos que la residencia sea un puente con los habitantes y no se perciba como algo elitista o para extranjeros”, prosigue el coordinador.

Traer a las mujeres de Guet Ndar aquí era importante para mostrar que queremos que la residencia sea un puente con los habitantes 

El edificio de la Villa Saint-Louis Ndar, proyecto dirigido por Gilles Perraudin con la colaboración de los arquitectos españoles Laura Santos y Adriano Redondo, fue inaugurado por el embajador de Francia en Senegal, Christophe Bigot, y el Ministro Senegalés de la Cultura y la Comunicación, Abdoulaye Diop, que señaló la importancia de este nuevo recurso para el país. La instalación de la primera residencia de la red francesa de villas en África subsahariana (existen otras cinco en Saigón, Túnez, Madrid, Roma y Tokio) responde a la nueva política cultural que el presidente Emmanuel Macron promueve en el continente, con el hito en el horizonte de Africa 2020 un ambicioso proyecto que comenzará en exactamente un año para “mirar y comprender una África en movimiento y en plena mutación”, según explica la comisaria general N’Goné Fall, presente en Saint Louis.

Crear con libertad

En el marco de las jornadas de inauguración se aprovechó para continuar la presentación de las primeras residencias en obras realizadas en la Villa Saint-Louis Ndar desde principios de año. Como ya se hiciera con el trabajo de la diseñadora Selly Raby Kane y Ubuntu Roads, proyecto musical del músico Alibeta a bordo del barco Bou El Mogdad en febrero, esta vez fue el turno de Germaine Kobo & Bella Lawson.

Para la residencia de dos semanas realizada en Saint Louis por las marsellesas, que describen su proyecto musical como “afro punk tribal”, el equipo ofreció el acompañamiento del grupo Guiss Guiss Bou Bess (GGBB), un dúo también pero masculino esta vez, afincado en Dakar y que trabaja sobre un concepto nuevo, el electro-sabar, una mezcla de música electrónica y ritmos senegaleses tradicionales.

“Ha sido muy interesante trabajar con ellas, porque nuestros estilos se complementan en cierta manera. Nos ha permitido plantearnos cosas, y sobre todo, hacer red. Ya hemos previsto una actuación conjunta en Marsella en el marco del festival Africa Fête”, explica Mara Seck de GGBB.

“La idea es que en la movilización de recursos locales podamos incluir artistas de todo Senegal . La Villa Saint-Louis quiere ser una herramienta de prestigio de la cultura senegalesa y africana en general, además de un espacio para crear con libertad”, afirma Victor Faye.

Para ello, las residencias son financiadas al 100% de su coste para los artistas elegidos, cubriendo billetes de avión, alojamiento y manutención, acompañamiento técnico y un pequeño fondo para gastos personales. “El proyecto nace de la identificación de una necesidad de crear, así que aquí solo deberán preocuparse de eso”, resume Faye. En las próximas semanas se publicará la primera convocatoria de residencia, dirigida a artistas africanos, franceses y francófonos (abierto a personas de todas las nacionalidades con la condición de dominio del francés por ser la lengua de trabajo y de intercambio que se usará) que se prevé comiencen en enero 2020. Entre septiembre y diciembre, la nueva Villa acogerá una ultima residencia programada, en el marco aún del lanzamiento.

“La estancia nos ha permitido conocer la ciudad e inspirarnos de sus dos mundos: el tradicional, con los griots y la vida cotidiana de los barrios, y el de alto standing con intercambios con agentes culturales locales”, cuenta Germaine Kobo, tras finalizar la grabación del próximo videoclip del dúo en el Museo de la Fotografía y paisajes de las afueras de Saint Louis.

Las residencias plantean tres tipos de mediación: con la población, con otros artistas y con el entorno de Saint Louis y para ello cada candidatura deberá presentar una propuesta de trabajo bien integrada que será uno de los criterios a valorar por el jurado —compuesto por miembros del Instituto Francés de Senegal y de París así como expertos africanos— en la selección de los residentes.

El programa del fin de semana acogió también la inauguración de la exposición sobre el fotógrafo Adama Sylla, fruto de la residencia de investigación de la periodista Fréderique Chapuis con estudiantes de la Universidad Gaston Berger (UGB) de Saint Louis y de la Cheikh Anta Diop de Dakar (UCAD) y las restituciones de las músicas Marjolaine Karlin y Gasandji.

Apuesta por lo digital

El gran protagonista del programa fue arte digital. La exposición 100 fronteras del artista de Dakar Abdoulaye Armin Kane, que cuestiona las diferentes perspectivas de la crisis migratoria, o la escenografía audiovisual mapping presentada por los estudiantes de la UGB fueron dos de las actividades que más sorprendieron al público del evento.

“Quisimos poner el acento en lo digital porque cuando hablamos de arte muchas veces pasa desapercibido. La escena digital es aún emergente en el país, tímida en Saint Louis, y desde la Villa queremos promoverla. Las nuevas tecnologías permiten crear pero también son objeto de investigación. Están en el cruce entre lo real y lo imaginario, y es un campo muy amplio el que queda por explorar. El mensaje en la inauguración fue claro: desde la Villa Saint-Louis Ndar estamos dispuestos a acompañar a quien se quiera aventurar en este camino”, confirma Victor Faye.

Dos mesas redondas centraron el interés sobre el tema, y en particular sobre el desarrollo de las Industrias Culturales y Creativas (ICC) en Senegal. La Agencia Francesa de Desarrollo presentó su programa Afrique Creative y expertos y actores locales activos en la materia como Kër Thiossan o Jokko Labs, confirmaron que se trata de un sector incipiente en Senegal con muchas potencialidades “por la gran energía creativa del país”, que además puede ser un nicho creador de empleo y una herramienta eficaz para tratar los desafíos del desarrollo. Como retos la brecha digital entre las ciudades y la zona rural y la estructuración del sector para crear riqueza. Ahora, comienza el trabajo.

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