La verdadera historia del vídeo del codazo de Beyoncé a otra mujer

Miércoles noche, Oracle Arena. En el mítico estadio de Oakland, California, los Golden State Warriors se enfrentan a los Raptors de Toronto. Es el tercer partido de las finales de la NBA, las gradas están a rebosar y Metallica —James Hetfield y Kirk Hammett, para ser exactos—, entonan el himno de Estados Unidos que dará inicio al partido. Disfrutando del espectáculo en primera fila, flanqueados por un montón de camisetas amarillas del equipo de casa, se encuentra también una de las parejas más poderosas del mundo, Jay-Z (Nueva York, 1969) y Beyoncé (Texas, 1981). Todavía no lo saben, pero están a punto de convertirse, sin querer, en los protagonistas del encuentro. Porque lo que ocurrió ese día en la cancha lo saben los auténticos seguidores del baloncesto, pero la escena que protagonizaron los artistas ha recorrido el mundo entero, desencadenado memes y amenazas de muerte.

El momento de oro sucedió en el tercer tiempo. En el vídeo, publicado en la cuenta de Twitter del medio deportivo ESPN, se puede ver como la mujer que está sentada al lado de Beyoncé se dirige a la pareja para decirles algo. Ellos se dan cuenta de que están siendo enfocados y aprovechan la ocasión para saludar a los fans. Tras el animado gesto a cámara, la mujer vuelve a entrar en escena para dirigirse, esta vez, al rapero. El diálogo es inaudible pero a Queen B (como cariñosamente la conocen sus admiradores) le va cambiando poco a poco la cara y, acomodándose en su asiento, le da un ligero empujón que la devuelve a su sitio. ¿Quién es la desconocida? ¿Qué le ocurre a la cantante? ¿Qué diablos está pasando?

La situación tiene la dosis justa de misterio, incomodidad y absurdo para convertirse en viral. Y así lo hizo. "Nunca te sientes al lado de la que te cae mal, ni tampoco de Beyoncé". "Me gusta ver que Beyoncé está trabajando en la segunda parte de Lemonade". "Muévete, estás en mi espacio vital". Son algunos de los comentarios, sobre los supuestos celos de la cantante o el pasado infiel de Jay-Z (que, como recordaba un seguidor, quedó patente y rentabilizado en su disco Lemonade) que dejaron los usuarios a raíz del vídeo. Pero lo que podía quedar en una simpática anécdota no acabó ahí.

La desconocida que tanto parecía molestar a la reina del pop es Nicole Curran, esposa del propietario de los Warriors, Joe Lacob, que inmediatamente se convirtió en el blanco de los fanáticos de la cantante. El acoso llegó a un punto tan crítico que incluso ha tenido que cerrar sus redes sociales. "Acabo de hablar con Nicole acerca del incidente. Estaba llorando. Dijo que había estado recibiendo amenazas de muerte en las redes sociales durante toda la noche hasta que esta mañana decidió inhabilitar su cuenta de Instagram para pararlo", explicaba la periodista de ESPN, Ramona Shelburne. ¿El detonante real de las amenazas? Una lima.

Curran ni estaba ignorando a la cantante ni estaba tratando de coquetear con Jay-Z, tal como se interpretó en redes sociales y medios de comunicación, solo intentaba ser buena anfitriona. "Ya los había invitado al partido en tres o cuatro ocasiones anteriores. Dice que les estaba preguntando qué querían para beber. Beyoncé pidió agua y Jay-Z un vodka con gaseosa, por lo que le preguntó si quería lima en el vaso. Como el recinto era muy ruidoso, tuvo que acercarse para oír mejor. Entonces fue cuando se grabaron esos vídeos de Beyoncé en los que la mira con recelo. Curran dice que fue por las bebidas y que no hubo ningún tipo de hostilidad", zanjó la periodista en Twitter.

También la publicista de Beyoncé, Yvette Noel-Schure, ha tenido que intervenir para restablecer la calma. "Sé que vuestro amor es profundo, pero ese amor debe darse a todos los seres humanos. No le traerá ninguna alegría a la persona que queréis si vomitáis odio en su nombre", comentaba la profesional en su cuenta de Instagram. Por el momento, ninguno de los artistas ha querido declarar nada más al respecto. Desconocemos si al final Jay-Z tomó el vodka con o sin lima. Esa noche, por cierto, ganaron los Raptors.