Independentistas en Bruselas
¿Cómo se puede hablar de derechos sin acatar ningún deber? ¿Cómo se puede querer ser eurodiputado para representar a un país al que se tacha de “represor”? El exilio, al menos por respeto a todos aquellos que en verdad lo padecieron, es una condición que muy poco tiene que ver con refugiarse a todo lujo y por propia decisión en un país para no comparecer ante un tribunal que te requiere. Basta ya de cuentos, basta ya de marionetas, basta ya de lazos y pancartas.
Todo esto, además de los problemas que genera, los que no soluciona y ni siquiera trata, cuesta un dinero que ponemos todos y que no sirve más que para mantener a un puñado de personajes que cada vez representan menos, y cada vez defienden menos, a los ciudadanos.
Riccardo Sebastianelli
Santa Cruz de Tenerife