18 fotosViolines y pianos en la región boliviana de la ChiquitaníaEn los siglos XVII y XVIII, en cada misión jesuíta se fundó una escuela de música que servía para convertir a la población indígena al catolicismo. Queda la herenciaSanne DerksBolivia - 14 may 2019 - 00:24CESTWhatsappFacebookTwitterBlueskyLinkedinCopiar enlacePor Chiquitanía se conocen las tierras bajas tropicales de la cuenca amazónica boliviana. La zona acoge una extraordinaria cultura musical: la barroca. La música clásica llegó a las regiones orientales de Bolivia en los siglos XVII y XVIII de mano de los jesuitas. En cada misión se fundó una escuela de música, ya que esta se utilizaba para convertir a la población indígena al catolicismo. Cuando los jesuitas fueron expulsados en 1767, diversas comunidades conservaron las partituras y las custodiaron para las generaciones futuras. La escuela Paz y Bien de San Ignacio de Velasco está dirigida por una parroquia franciscana. El padre Adalberto Mazur, oriundo de Polonia, explica que las clases de música ayudan a que los niños aprendan no solo a tocar un instrumento, sino también capacidades sociales, como a ser disciplinados y fijarse metas en la vidaSanne DerksEn 1970, el arquitecto suizo Hans Roth, que dedicó su vida a restaurar las iglesias de las misiones jesuíticas, descubrió en Santa Ana más de 5.000 partituras originales. Con ello se inició el renacimiento del barroco boliviano. El patrimonio dormido despertó. En 1996, varias misiones jesuíticas fueron declaradas Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. En la imagen, Román Arirepia practica el chelo en el conservatorio de Urubichá. Su sueño es convertirse en miembro de una orquesta que haga giras internacionales.Sanne DerksDesde 1996, la Asociación Pro Arte y Cultura organiza dos festivales anuales de música barroca que han dado un enorme impulso a la educación musical en la zona. Actualmente están surgiendo nuevas interpretaciones que funden los ritmos indígenas con los clásicos. Con sus 5.000 habitantes, la ciudad de Urubichá es sede de uno de los conservatorios mayores y más famosos del país. A Urubichá solamente se puede llegar por carreteras sin asfaltar. Este polvoriento pueblo amazónico tiene uno de los conservatorios más grandes y famosos de Bolivia. La iglesia cede las infraestructruras, el Gobierno paga los sueldos de los profesores, y el Ayuntamiento hace donaciones.Sanne DerksEn la imagen, Olga Papu Claure, de nueve años, vive en Urubichá y es una pianista de extraordinario talento. En un concierto en Santa Cruz conoció a un profesor de música estadounidense, que, impresionado por sus dotes, mandó un piano desde Estados Unidos a Bolivia. Por desgracia, los insectos lo devoraron. Sanne DerksEn la escuela hay matriculados 689 niños. Muchos sueñan con convertirse en músicos. El presidente Evo Morales ha promovido el reconocimiento de las artes, la música y las tradiciones. Hoy en día, en las zonas rurales se valora la educación musical.Sanne DerksEl conservatorio de Urubichá goza de gran prestigio y es conocido internacionalmente. Muchos de sus alumnos se convertirán en músicos profesionales o en profesores de otras escuelas de música en la Chiquitanía. Una imagen corriente: un grupo de jóvenes camina con sus violines asomando de la mochila (Urubichá).Sanne DerksEn las últimas décadas, la educación musical ha adquirido valor como un aspecto importante de la vida cotidiana, proporcionando a los niños de estas zonas rurales importantes oportunidades para su futuro. Sanne DerksLa mayoría de los libros de partituras son donaciones del extranjero, a menudo organizadas por monjas de otros países que habían vivido en Urubichá y se marcharon hace algunos años. Los profesores cuentan que es difícil conseguir más libros. Sanne DerksLa escuela de Urubichá no solo enseña música barroca, sino también otros estilos clásicos. Para practicar se utilizan copias, entre otras las de las partituras barrocas originales.Sanne DerksLa investigadora Ana Luisa Arce, presidenta de la Asociación Pro Arte y Cultura, trabaja en su despacho transcribiendo y adaptando partituras para que puedan ser interpretadas por los músicos de nuestra época.Sanne DerksLas partituras originales se conservan en el archivo de Concepción. Solo hay una expuesta al público. Incluso a los investigadores se les permite únicamente utilizar copias digitales.Sanne DerksTodos los pueblos tienen también varios coros y orquestas que tocan en las fiestas de la zona y acuden a las poblaciones vecinas, como esta formación local que actúa en la iglesia de Concepción.Sanne DerksLos instrumentos musicales son obra de artesanos del lugar que ajustan sus diseños a los modelos europeos pero emplean maderas tropicales, como el cedro, que aguantan la humedad y el calor.Sanne DerksLa escuela de música de Urubichá se fundó con el fin de proporcionar experiencias positivas que contribuyesen al desarrollo psicosocial de los jóvenes de las zonas vulnerables, y se puso en marcha después de que varios músicos del pueblo participasen con éxito en el primer Festival Internacional de Música Barroca de Bolivia.Sanne DerksMuchos niños reconocen que prefieren hacer los deberes de la escuela de música que los del colegio. Una clase de música en San Ignacio de Velasco. Se les puede matricular a partir de los cuatro años.Sanne DerksSanta Ana, la más pequeña de las misiones, también tiene su propia escuela de música. Por la noche se oyen los violines que suenan en las calles o en las casas cuando los niños practican sus deberes.Sanne DerksSamuel Cruz Tancara construye violines en Concepción. Este artesano natural de La Paz abrió su negocio hace seis años. Aprendió observando y probando. "Los primeros violines sonaban fatal", recuerda. Con el tiempo consiguió reunir varios dibujos técnicos y aprendió las medidas exactas.Sanne DerksCruz dice que cada vez es más difícil competir con los violines importados de China. "La gente no valora el material de calidad hecho a mano. Prefieren comprar instrumentos baratos de la ciudad".Sanne Derks