Los mejores campamentos urbanos para este verano
Los talleres son una salida para que los hijos aprendan y se diviertan mientras los padres continúan con la jornada laboral
Deportivos, culturales, tecnológicos, multiaventura, de idiomas... Con el periodo estival llegará también una casi inabarcable oferta de campamentos y talleres para mantener ocupados a los más jóvenes de la casa. La conciliación, ya de por sí difícil, se complica aún más en esta época del año, porque sus más de dos meses de vacaciones no son fáciles de compaginar con las ocupaciones diarias de los adultos, que como mucho disfrutarán de la mitad de descanso en ese mismo margen de tiempo. El elevado coste de los campamentos tradicionales hace que muchos padres busquen otras opciones sin salir de la ciudad, una opción que también es aconsejable para que los menores que nunca lo han vivido se familiaricen con este tipo de dinámicas.
Son “la solución perfecta para los niños que pasan parte del verano en la ciudad, o que aún no están preparados para un campamento interno. Además de ser una alternativa económica, es una buena opción para que los niños que puedan sentirse incómodos durmiendo lejos de casa disfruten también de estas experiencias”, explica Covadonga Berjón, directora de marketing del buscador SoloCampamentos.com. Mientras los mayores trabajan, los pequeños se divierten y aprenden, porque en estos campus estivales desarrollan sus habilidades sociales y se fomentan valores como el compañerismo, el respeto, la autoestima o el pensamiento positivo. Y lo hacen evitando “los efectos secundarios de echar de menos a la familia y la ansiedad de la separación, que los angustia a ellos tanto como a los padres en los campamentos a tiempo completo”, afirma Isabel García, periodista y editora de PlanesConHijos.com.
¿Cómo elegir bien?
Puede sonar obvio, pero lo primero es asegurarse de que la temática del campamento le guste al niño, o que le suponga un reto personal. Y ¿qué mejor manera de hacerlo que involucrándole en el proceso de decisión? De esta manera es mucho más probable que la experiencia final sea verdaderamente satisfactoria. Puesto que los padres estarán trabajando, es necesario comprobar que el horario (todos se desarrollan de lunes a viernes) es compatible con su jornada laboral, o contratar el servicio de transporte que algunos ofrecen. Hay campus de mañana o de mañana y tarde, y dentro de ellos muchos ofrecen la posibilidad de alargar las horas para empezar o terminar antes o después: de esto dependerá que incluyan desayuno, snack, comida o merienda. Para encontrar la mejor relación entre calidad y precio, conviene recurrir a varios buscadores online, e incluso “consultar los que ofrecen los ayuntamientos en centros culturales, polideportivos, centros dotacionales, fundaciones y museos”, recuerda García.
Buscar en internet las opiniones dejadas por otros padres es siempre una buena idea para obtener ese plus de tranquilidad tan necesario. Visita las instalaciones del campamento y comprueba exactamente qué está incluido en el precio: ropa, material... Y, por supuesto, que están convenientemente preparados para reaccionar ante la eventualidad de que se produjera un accidente.
Campus deportivos
Fútbol, tenis, baloncesto, skate, deportes acuáticos, actividades multiaventura... Una rápida búsqueda por Internet nos muestra que para disfrutar de estos campamentos no es ya necesario marcharse interno a ningún lugar en mitad de la naturaleza. Hay opciones para todos y con precios muy variados dependiendo de la duración de la jornada, las comidas incluidas o la inclusión de actividades adicionales como el aprendizaje de idiomas. La Fundación Real Madrid enfoca su Campus Experience hacia la formación en valores como el trabajo en equipo, respeto, esfuerzo, autocontrol e iniciativa a través del fútbol, y ofrece la opción de media jornada (295 euros semanales) o jornada completa (470). Allí, los niños trabajan no solo aspectos futbolísticos sino habilidades sociales y hábitos saludables, y cuenta con sedes en Madrid, Asturias, Toledo y Talavera. Otra opción es la de los Campus del exseleccionador nacional Vicente Del Bosque, que celebra este año su novena edición y cuenta con sedes en Madrid, Mallorca y Salamanca. Combina la práctica del fútbol con la de otros deportes como el baloncesto, tenis, piscina y juegos polideportivos (de 6 a 15 años; 200 euros por cinco días y ofrece un 25% de descuento si se contrata una semana adicional).
Pero no todo gira en torno al deporte rey. Los aficionados al skate tienen cada verano una cita con las Barcelona Skate Weeks, para niños y niñas de 7 a 18 años. En estos campamentos, los jóvenes podrán iniciarse o perfeccionar su técnica junto con la práctica de otros deportes alternativos como voley playa, paddle surf, wakeboard, etc. Cuenta con monitores con experiencia docente y diferentes precios que van desde 139 euros (hasta la una y media) a 279 (hasta las ocho). Y si vives cerca del mar, quizá te interese CampMediterráneo en Oropesa del Mar (Castellón), cuyas jornadas, de 8 de la mañana a ocho de la tarde, incluyen deportes de agua como surf, buceo o kayak, multiaventura (rocódromo, tirolina, etc.) y clases de inglés o español en un entorno multicultural. Está enfocado a niños y niñas de 7 a 17 años y se ofertan desde 220 euros por cinco días.
Intensivos de inglés
Los campamentos orientados a la práctica de este idioma figuran entre los más clásicos de este tipo de ofertas de ocio estival. Aderezados, según el caso, con actividades culturales, técnicas, multiaventura, deportivas o de exploración de la naturaleza, entre otras. Los cursos y campamentos de verano que ofrece el British Council en sus sedes de Barcelona, Bilbao, Madrid, Palma y Valencia están organizados en torno a diferentes temáticas como la robótica, ciencia, cine, teatro, manualidades, baile y otras actividades físicas adaptadas a cada grupo de edad (para participantes entre 4 y 17 años, a partir de 260 euros por semana, según el centro). El King’s College, en Madrid, combina un curso intensivo de inglés con entrenamientos de fútbol a cargo de entrenadores profesionales de la Fundación Real Madrid. Las colonias de inglés Lacunza (hasta las siete de la tarde, de lunes a viernes), en San Sebastián, incluyen tres horas de inglés diarias, el desarrollo en equipo de un proyecto (baile, música, teatro) y actividades deportivas, yincanas, karaoke o artes marciales. El precio, desde 250 o 375 euros por cinco días, dependiendo de la duración de la jornada, y pueden personalizarse con el curso de cocina de MasterChef Junior (con un suplemento de 180 euros) o de surf (de 135).
Cultura de todo tipo
¿Puede un globo de plástico, una aspiradora o un balón convertirse en una obra de arte? Esta es la interesante propuesta que el museo Guggenheim Bilbao propone este verano para los niños y niñas de 3 a 10 años, a partir de las ideas de los artistas estadounidenses Jean-Michel Basquiat y Jeff Koons, el creador de la famosa escultura floral Puppy que decora la entrada del centro. Los talleres se desarrollan de lunes a viernes, de 10 a 1 de la tarde (80 euros). Si vives o planeas viajar a Valencia en el verano, quizá quieras comprobar qué tiene preparado para tus hijos la escuela de verano del Museo de las Artes y las Ciencias, que alcanza en 2019 su novena edición.
La cultura, no obstante, tiene muchas otras facetas. Como el baile, por ejemplo. Si tu hijo es de los que no pueden parar de moverse cada vez que suena la música, el campamento de baile Fama el Álamo, en Madrid, puede ser su tipo de campamento. Orientado para menores de entre 6 y 10 años (aunque no exclusivamente), combina las sesiones de baile moderno (15 horas semanales de urban dance, funky, hip-hop & New Style, etc.) con actividades propias de una granja escuela (cuidado de animales, equitación, ordeño, huerto ecológico, taller de reciclaje...) por 325 euros semanales (cinco días).
Si sus intereses se inclinan más hacia el cine o las artes escénicas, ¿por qué no actividades como las que organiza Mr. WillBe? Interpretación, cine, mimo, clowns... Todo un “taller de talleres” madrileño capitaneado por la actriz Ana Álvarez y su hermano Josete. “Hay talleres de todo tipo, pero siempre con un guiño al cine que puede ser, por ejemplo, proyectar cortos de Buster Keaton o de stop motion durante la merienda... Siempre relacionados con la actividad de ese día”, explica ella. “El cine y las técnicas audiovisuales y creativas son un vehículo maravilloso para desarrollar los talentos y la creatividad del niño”. Otra posibilidad, también en la capital de España, la encontramos en el Campamento del Arte del teatro Arlequín Gran Vía. Allí, los participantes (de cinco a 17 años) aprenderán interpretación, canto, baile, confección de decorados y vestuario, y prepararán una obra que presentarán a familiares y amigos al final de la semana.
Para los más tecnológicos
En estos campamentos, el objetivo es desarrollar la creatividad a través de cursos en robótica, diseño de aplicaciones para móviles o de videojuegos. El campus tecnológico ICAI, de la Universidad Pontificia de Comillas (desde 200 euros por semana), toca estos campos y otros como los de páginas web (en inglés), diseño 3D, automatización, drones... El objetivo es que “los chicos y chicas [de 10 a 16 años] vivan el mundo de la tecnología de una manera divertida y entretenida”, cuenta la profesora Yolanda González, coordinadora del campus. “La dificultad varía dependiendo del grupo; se les da un poco de teoría y luego se hacen experimentos o montajes prácticos. Y aprenden en cómo pueden influir en la vida de las personas, sobre todo en las comunidades más desfavorecidas, con mecanismos para extraer agua, o placas fotovoltaicas para dar electricidad a un pueblo”, añade. CampTecnológico, por su parte, ofrece cada año campamentos con un contenido similar en Euskadi, Cataluña, Galicia, Madrid y Navarra.
Con los delantales puestos
Si en la televisión continúan un año más triunfando los participantes de MasterChef Junior, fuera de ella estos cursos de verano continúan atrayendo la atención de muchos chicos y chicas, que no solo aprenden a cocinar y a manipular alimentos, sino que también reciben nociones de nutrición y sostenibilidad. Un ejemplo de ello lo tenemos en la Escuela de Cocina Boquería, en Barcelona (de 13 a 17 años, 225 euros por semana). “Esto es sobre todo educativo. No hacemos recetas muy complicadas, pero sí resultonas, para que sepan que pueden repetirlo después, por su cuenta”, explica la chef Eulàlia Fargas. En Madrid, otra opción disponible es la Escuela de Cocina De Olla y Sartén.
Talleres más emocionales
En algunas ocasiones, el descanso estival puede ser una oportunidad para que los niños desarrollen habilidades sociales y emocionales muy necesarias en su vida. Y aunque los campamentos, en general, contribuyen a formar valores, no todos lo hacen de la misma manera. De aprender a gestionar bien los sentimientos, la empatía, la comunicación y la asertividad, así como de desarrollar técnicas de estudio y aprendizaje, van los distintos programas de la Escuela de Desarrollo Emocional y Social Crece Bien, en Madrid (195 euros, cinco días), un campus urbano de cinco días como lo es el Campamento de Oratoria para adolescentes, que enseña a manejar emociones y aprender a hablar en público. En Leganés (Madrid), el programa Psicoeduca en Verano de Cuarto de Contadores se dirige a niños y niñas con problemas de atención, estrés, ansiedad infantil, hiperactividad o control de la ira a través del deporte (a partir de cuatro años, 100 euros por semana), con la colaboración del equipo de fútbol sala Getafe Futsal El Bercial.
La importancia de la inclusión social está en el corazón de otras propuestas como las de Aspaym y la Fundación ONCE. El primero de ellos celebrará, entre el 31 de julio y el 11 de agosto, la XXII edición de su campamento inclusivo en las instalaciones de El Bosque de los Sueños, en Cubillos del Sil (León), con la participación de 60 menores de 6 a 17 años, con y sin discapacidades físicas. "Las actividades son las mismas que en otros campamentos, pero adaptadas para las personas con discapacidad, para que participen en igualdad de condiciones", comenta Roberto López, su coordinador. "Los niños con discapacidad aprenden habilidades sociales, y los que no la tienen adquieren una mayor sensibilización hacia las personas con discapacidad. Cuando se bajan del autobús, son dos grupos bien diferentes; a partir de la segunda actividad, ya van todos juntos", añade. El equipo, de unos 30 monitores, incluye una enfermera y una auxiliar de enfermería para atender las necesidades de alguno de los participantes.
Los campamentos que la fundación ONCE organiza cada verano en la mayoría de las comunidades autónomas mezclan a más de 500 participantes entre 7 y 18 años con y sin discapacidad visual. El objetivo: la inclusión y la normalidad absoluta, en torno a temáticas tan variadas como la cocina, el deporte, los idiomas o la música, para demostrar que, si se quiere, es posible hacer este tipo de actividades con poco que se piense en todos y todas.
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