España no es país para libros
La lectura aporta cultura, formación, personalidad, pensamiento crítico y placer estético. Todos los profesores, de todas las épocas; todos los intelectuales, de todas las épocas, han recalcado los beneficios sociales, culturales y humanísticos de la lectura y, por lo tanto, de los libros. Ahora quieren “quemar” la literatura infantil por una reinterpretación desde la ideología actual del pasado en nombre de la igualdad. Frente a quien protege a su hijo de conocer peligros y problemas antes de tiempo, pero que no puede impedir el shock que provoca en él su primer encuentro con una realidad distinta, está quien enseña a su hijo a ver con respeto y visión crítica las diferencias ideológicas, sociales o culturales. Este otro padre es la literatura. Si hubieran desaparecido libros de distintas ideologías —críticas o aceptadas— por culpa de la censura, nuestra sociedad no sería la misma ni estaríamos tan orgullosos de nuestros logros como sociedad y como personas.
José Luis Rodríguez Herrera. Las Palmas de Gran Canaria
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