Xiaomi Redmi Note 7: ¿Alguien da más por menos?

En año y medio, Xiaomi ha pasado de no vender de forma oficial en España a situarse en lo más alto de las listas de ventas. De hecho, aprovechó el evento de su primer aniversario el pasado noviembre para anunciar que ya ha comercializado más de un millón de dispositivos en nuestro país, se encuentra entre las marcas más demandadas y, dicho sea de paso, también entre las mejor valoradas.

Su último lanzamiento —bajo la marca Redmi— es el Note 7, un terminal del que hay que destacar, en primer lugar, su precio: desde 149 euros la versión básica, con 3 GB de memoria RAM y 32 GB de almacenamiento interno; aunque nosotros hemos probado la superior, con 4 y 64 GB, respectivamente. Os adelantamos: es muy complicado encontrar otro modelo en el mercado con sus prestaciones en este rango de precio.

Análisis y valoración

Empecemos por el principio. Redmi Note 7 es un dispositivo con una amplia pantalla de 6,3 pulgadas y marcos bastante reducidos. Caracterizado por un diseño poco propio de su gama —por lo bien acabado—, resulta algo grueso y pesado, con 8,1 milímetros de grosor y 186 gramos de peso. Eso no quita que se sienta cómodo en la mano, aunque es prácticamente obligatorio utilizarlo con las dos.

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Recubierto con cristal Gorilla Glass 5, tanto por delante como por detrás, transmite una sensación de resistencia. A ello ayuda también que las esquinas del chasis hayan sido reforzadas para resistir mejor a las caídas o que sus puertos estén sellados de forma hermética para garantizar su supervivencia cuando entra en contacto con líquidos.

En la parte trasera del teléfono se ubica el lector de huellas, en una posición centrada perfecta para desbloquearlo sin mirar y a la primera. Este componente, además, funciona muy bien. La doble cámara se encuentra, por otro lado, en el lateral. Sobresale unos milímetros, por lo que tiende a llevarse todos los golpes y hace que el terminal no quede del todo estable cuando se sitúa sobre una mesa.

Sonríe para la foto

Estas cámaras son, sin duda, el elemento diferencial con respecto a su competencia. En concreto, dispone de un sensor principal con 48 megapíxeles de resolución y apertura f/1.8, así como otro secundario de cinco megapíxeles que se emplea únicamente para tomar lecturas de profundidad.

Para disfrutar de esos 48 megapíxeles es necesario activar la opción de forma manual desde el modo Pro en la app de la cámara. De lo contrario, las capturas se toman con 12 megapíxeles por defecto. Tiene truco, porque son píxeles más grandes de lo habitual, con un tamaño de 1,6 µm que se crean gracias a su agrupamiento de cuatro en cuatro. De esta manera, son más sensibles a la luz y, por lo tanto, consiguen imágenes con mejor iluminación.

A efectos prácticos, la diferencia entre una y otra resolución es mínima e igualmente admirable: nitidez, colores algo saturados, buen nivel de detalle y enfoque rápido. Y es muy complicado que un terminal con este precio obtenga este tipo de fotografías; son incluso mejores que las que conseguimos hace unos meses con el Xiaomi Mi A2. Además, permite hacer fotos con efecto bokeh con una buena resolución en las zonas complicadas, como los bordes.

Lo mejor es que, por las noches, también se defiende. Por supuesto, no iguala a los smartphones de gama alta, pero gracias a su Modo Noche, sí mantiene un buen nivel de detalles sin que los resultados sean artificiales en exceso.

Multimedia

Ya avanzábamos que la pantalla posee un tamaño de 6,3 pulgadas. Pues bien, sus especificaciones técnicas se completan con resolución Full HD+ en formato 19,5:9. En general, lo esperado: es suficiente para visualizar todo tipo de contenidos de forma nítida y sin que se perciban los píxeles de forma individual. A destacar el ajuste de brillo automático, rápido y certero, que permite seguir disfrutando de las imágenes en cualquier entorno. ¡Ah! También tiene un notch en forma de gota que no estorba demasiado. Se complementa con un altavoz situado en la parte inferior que brinda un sonido correcto, pero con un volumen demasiado bajo.

Por último, hablemos de la experiencia de uso. El rendimiento del Redmi Note 7 es adecuado. Con un procesador Qualcomm Snapdragon 660 del año pasado bastante solvente y 4 GB de RAM, podemos ejecutar una amplia variedad de tareas sin experimentar grandes retrasos ni un calentamiento excesivo. ¿La excepción? Los juegos, como suele ser habitual. Lo que menos nos ha gustado es la interfaz. Aunque funciona con Android 9, cuenta con una capa de personalización MIUI 10 muy intrusiva que lo oculta por completo. Más parecido a iOS que al propio Android, dispone de una amplia variedad de opciones y demasiadas aplicaciones preinstaladas (AliExpress, Amazon, Facebook, Joom…), además de todas las propias: calendario, gestor de archivos, navegador o notas.

¿Y qué decir de la batería? Con 4.000 mAh, ya nos imaginábamos que iba a ser una característica a mencionar y no nos ha defraudado. Es fácil llegar al día y medio de uso y, luego, es compatible con la carga rápida con el estándar Qualcomm Quick Charge 4.

Xiaomi Redmi Note 7. Pantalla de 6,3 pulgadas con notch de gota, cámara dual trasera de 48 + 5 MP con IA, procesador Qualcomm Snapdragon 660, 64 GB de almacenamiento, 4 GB de RAM.

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*Todos los precios de compra incluidos en este artículo están actualizados a 2 de julio de 2019.