La fiebre de la desinformación
Estamos inmersos en la llamada “era de la información”. Hemos subordinado nuestra vida a un estado de conexión permanente que ha modificado la instrucción, el trabajo y nuestra forma de relacionarnos. Sin embargo, estamos más desinformados que nunca. El acceso a la información sin filtro y una libertad de expresión que ampara la mentira provocan una disminución progresiva del conocimiento, que ha dado lugar al resurgimiento de ideas tierraplanistas y la reaparición de enfermedades que se creían erradicadas a consecuencia del movimiento antivacunas. La fiebre de la desinformación se torna especialmente grave cuando alcanza la actividad política. Escuchar ha pasado de moda. Opinamos de todo, no conocemos la autocrítica y hemos olvidado cuatro palabras clave: eso no lo sabía.
Sofía Avedillo Fernández. Avilés (Asturias)
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