Carlos de Inglaterra hace historia pero no brilla como sus hijos
El heredero de la corona sigue eclipsado por Enrique y Guillermo pese a su gira caribeña y a convertirse en el primer miembro de la familia real británica en visitar Cuba
Un homenaje al héroe nacional de Cuba, José Martí, fue el arranque de la visita del príncipe Carlos de Inglaterra a Cuba, en la primera visita ocasión en la que un miembro de la familia real británica viaja a la isla socialista. El domingo, poco después de aterrizar a La Habana en un avión de la Real Fuerza Aérea de su país (minutos antes de las cinco de la tarde), el heredero de la corona británica, acompañado de su esposa Camila, duquesa de Cornualles, depositó flores ante el monumento a Martí en la Plaza de la Revolución. Un protocolo que cumplen en la isla todas las visitas de alto rango.
El homenaje fue la única actividad prevista para la jornada del domingo en la agenda oficial de la pareja real, que este lunes será la invitada de honor en una cena oficial ofrecida por el presidente Miguel Díaz-Canel, quien sucedió en abril de 2018 a Raúl Castro. No está prevista ninguna entrevista con Castro, que encabeza el gobernante Partido Comunista de Cuba.
A su llegada a la capital cubana, donde permanecerán hasta la tarde del miércoles, Carlos y Camila fueron recibidos por la vicecanciller Ana Teresita González. Según contó González en Twitter, les expresó su "satisfacción por esta visita oficial, la primera de un representante de la familia real del Reino Unido a Cuba".
En un momento de tensión entre La Habana y Washington, el primogénito de Isabel II llega estos días a Cuba como parte de una gira por el Caribe. Una gira que ha tenido una cierta repercusión en los medios británicos, pero apenas en la prensa internacional. La figura del heredero siempre genera interés, pero no tanto como lo hacen sus hijos, que ahora mismo están en el centro del foco con sus esposas y familias.
En octubre, el príncipe Enrique, hijo menor de Carlos, estuvo en un largo viaje de dos semanas por Oceanía con su esposa, Meghan Markle. El mundo entero estuvo pendiente de cada paso de la joven pareja, que precisamente anunció que esperaban a su primer hijo el primer día del tour. A lo largo de 16 días tuvieron 76 encuentros en los que cada paso, gesto y palabra se convirtieron en noticia. Algo similar a lo que ha ocurrido en otros viajes de Guillermo, primogénito de Carlos, y su esposa Kate: en sus viajes por Australia y Nueva Zelanda, por Canadá o por Estados Unidos coparon titulares en la prensa de sus países y de cualquier otro.
En el caso de Carlos y Camila, quizá su gira por el Caribe no esté generando tanta expectación, pero sí dejando imágenes históricas de la pareja en el centro de La Habana. Todo en pos de estrechar vínculos, siguiendo la estela de los acercamientos iniciados en 2016 con el viaje del entonces ministro de Exteriores y actual ministro de Hacienda del Reino Unido, Philip Hammond. Aquel viaje se produjo en el contexto de la normalización de las relaciones entre Cuba y Estados Unidos bajo el mandato del entonces presidente Barack Obama, un proceso paralizado abruptamente por su sucesor en la Casa Blanca, Donald Trump, que ha revertido el deshielo bilateral y endurecido las sanciones al país caribeño.
De hecho, al anunciar en febrero el viaje, Clarence House, la residencia oficial de Carlos, dijo que se realizaba "a solicitud del gobierno británico" y que permitiría "realzar la creciente relación bilateral" y sus "vínculos culturales".
Este lunes, la pareja real recorrerá el centro histórico de La Habana, declarado por la Unesco Patrimonio de la Humanidad desde 1982. Gran partidario de causas medioambientales, Carlos visitará el martes una estación de energía solar financiada, entre otros, por fondos británicos, que debe comenzar a funcionar en diciembre y se convertirá en la más grande del Caribe. Asimismo, asistirá a un espectáculo de ballet en el Gran Teatro de La Habana Alicia Alonso.
Antes de partir el miércoles hacia las Islas Caimán, Carlos recorrerá el Centro de Inmunología Molecular, uno de los emblemas de la biotecnología en la isla. Esta es una de las instituciones punteras de las investigaciones médicas en la isla, sector en el que el Reino Unido busca estrechar la colaboración. La agenda se completará con recorridos por centros comunitarios, instituciones culturales, agrícolas y una visita a un club de autos clásicos británicos en La Habana.
Fuentes diplomáticas explicaron esta semana que el matrimonio acostumbra a conversar con representantes de la sociedad civil de los países que visita, y en el caso de Cuba desean conocer más sobre el debate ciudadano en redes sociales dentro de la isla, que recientemente activó el servicio de Internet móvil.
Cuba, sometida a un embargo estadounidense desde 1962, necesita de socios extranjeros, mientras que Washington amenaza con aplicar a partir de mediados de abril el Capítulo III de la Ley Helms-Burton de 1996. Esta norma teóricamente permitiría, especialmente a los exiliados cubanos, demandar en las cortes federales de Estados Unidos a compañías que obtuvieron ganancias a través de firmas nacionalizadas después de la revolución.
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