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Hay vida en Chernóbil 30 años después del desastre, la vida silvestre abunda en la zona de exclusión. James Beasley, un ecólogo de la Universidad de Georgia, está estudiando junto con un equipo internacional, cómo la vida prolifera en los alrededores de la central nuclear Era la segunda vez que un pez eludía sus fauces. Pero la ágil nutria no se daba por vencida. Seguía nadando y buscando el rastro de los peces. El olor de una nueva presa la llevó a la orilla, donde yacía un pez muerto. Un bocado fácil para la nutria, que no dudó en dar cuenta de la carroña. No se percató, pero mientras disfrutaba de su suerte, una cámara inmortalizó el momento. La vida prolifera en las aguas contaminadas del río Prípiat. Universidad de Georgia El pez había sido colocado en la orilla del río por un equipo de científicos que querían ver qué animales acudían al buffet. Nutrias, visones americanos y águilas de cola blanca se acercaron a comer los peces ofrecidos, mientras las cámaras los espiaban. Sin saberlo, han pasado a formar parte de una lista cada vez más amplia: las especies que viven en la Zona de Exclusión de Chernobyl (ZEC). Valeriy Yurko (Polessye State Radioecological Reserve) Tras el desastre del 26 de abril de 1986, la URSS estableció una zona de seguridad de 30 kilómetros alrededor de la Central Nuclear de Chernobyl. Miles de personas se vieron obligadas a dejar sus hogares, quedando más de 4.200 kilómetros cuadrados libres de influencia humana directa. Jason Minshull James Beasley, ecólogo de la Universidad de Georgia, es uno de los investigadores que está estudiando cómo la vida prolifera en ChernóbIl. Junto con un equipo internacional, empezó documentando los animales que habitan la Reserva Radioecológica mediante el estudio de huellas y el conteo desde helicópteros. Los resultados fueron prometedores y esto les llevó a instalar cámaras trampa con olores para atraer animales. Jason Minshull En 2016 publicaron sus hallazgos. Las cámaras habían captado 14 especies de mamíferos, incluidos alces, corzos, jabalíes, lobos grises, zorros y perros mapache. Según Beasley, los datos son el “testimonio de la resistencia de la vida silvestre cuando se liberan de las presiones humanas directas”. Valeriy Yurko (Polessye State Radioecological Reserve) Según Beasley, los datos son el “testimonio de la resistencia de la vida silvestre cuando se liberan de las presiones humanas directas”. Jim Beasley/Sarah Webster (National Geographic) Que la vida sobreviva a un desastre nuclear nos puede parecer increíble. Pero las especies hacen eso, sobreviven a base de ensayo y error. Jason Minshull