_
_
_
_
_

El genial Morphy, a ciegas a los 12 años

Uno de los niños más portentosos de la historia firma una partida muy brillante con los ojos vendados

Leontxo García

La corta vida del estadounidense Paul Morphy (1837-1884), de padre español, da para un guion de película excelente. Y su precocidad es equiparable con la del actual campeón del mundo, Magnus Carlsen: a los 12 años ganó un duelo a tres partidas al reputado húngaro Lowenthal, y ya era capaz de firmar victorias muy brillantes con los ojos vendados, como la que glosamos en este vídeo.

Su vida fue un camino de triunfos y rosas hasta que viajó a Europa y ganó a todos sus rivales, excepto al más deseado, el británico Howard Staunton, quien se negó a jugar con el portento estadounidense, alegando las excusas más peregrinas. Esa frustración le hizo mucho daño psicológico, a pesar de que los datos y la opinión pública lo calificaban como el indiscutible campeón del mundo oficioso. Se retiró del ajedrez a los 22 años, y los 25 restantes fueron muy tristes. Sin embargo, Bobby Fischer y muchos más lo incluyeron entre los mayores genios de la historia. Tal fue su cegadora brillantez.

Sobre la firma

Leontxo García
Periodista especializado en ajedrez, en EL PAÍS desde 1985. Ha dado conferencias (y formado a más de 30.000 maestros en ajedrez educativo) en 30 países. Autor de 'Ajedrez y ciencia, pasiones mezcladas'. Consejero de la Federación Internacional de Ajedrez (FIDE) para ajedrez educativo. Medalla al Mérito Deportivo del Gobierno de España (2011).

Más información

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_