Populismo y sentido común
¿Acusar al rival político de populista exime de serlo? ¿Mentar el sentido común garantiza su verdadera práctica? Los populistas escenifican una falsa sensibilidad con los problemas individuales para justificar programas basados en la culpabilización de los otros, la discriminación y la imposición de doctrinas. Y atención: un populista no incomoda a su público, pero menos a sus tutores. Los populistas no están en los extremos, se posicionan en el centro tratando de contentar intereses contrapuestos, que realmente no están dispuestos a consensuar. Para que una democracia representativa funcione, es necesario contar con una clase política realmente comprometida con el conjunto de la ciudadanía, pero también con una sociedad capaz de identificar y rechazar los populismos, crítica y autocrítica, activa, solidaria y atenta. Hay que leer los programas antes de votar.
Pedro Muradás. Madrid
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