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De equipar aviones a crear poderosos motores y precisos cronógrafos

Breitling y Bentley vuelven a unirse: la firma suiza integra en su gama de relojes modelos inspirados en la marca de coches de lujo británicos

Producido entre 1946 y 1952, el Bentley Mk VI era ligero, para ahorrar acero. Y para ir más rápido.
Producido entre 1946 y 1952, el Bentley Mk VI era ligero, para ahorrar acero. Y para ir más rápido.Getty

Bentley hoy crea las berlinas de lujo más veloces del mundo, pero empezó fabricando motores de aviones durante la Primera Guerra Mundial. Breitling, una de las marcas de relojes más exclusivas, se hizo mundialmente famosa porque suyos eran los cronógrafos de las cabinas de los aviones en la década de los cincuenta.

Premier B01 Chronograph 42 Bentley British Racing Green: mecanizado por el Calibre 01, reserva de 70 horas y una placa lateral con “Bentley” grabado, basada en el salpicadero del histórico Blower Bentley de 1929.
Premier B01 Chronograph 42 Bentley British Racing Green: mecanizado por el Calibre 01, reserva de 70 horas y una placa lateral con “Bentley” grabado, basada en el salpicadero del histórico Blower Bentley de 1929.

No extraña que la trayectoria de estas dos firmas terminara uniéndose hace 15 años: además de sus orígenes, a ambas les une su visión de la elegancia. Por eso, la relojera lanzó su colección Bentley, inspirada en el lenguaje del diseño de los coches británicos. Hoy, esa relación se vuelve aún más íntima: Breitling lanzará ediciones especiales de la marca integrándolas en su gama general, y no creando una colección aparte, como hasta ahora.

Lo curioso de esta historia es que comenzó justo al revés, porque fue Bentley Motors, cuando concibió su primer Continental GT (un coupé superlativo), quien le pidió a Breitling que diseñara su reloj de a bordo. Una costumbre que se ha mantenido hasta alcanzar cotas supraterrenales: el Bentley Bentayga ofrece el extra más caro del mundo, un Breitling automático integrado en el salpicadero, entre las toberas de la climatización, con caja de oro macizo y una esfera engarzada con ocho diamantes. Es un accesorio que da una nueva dimensión al antiguo problema de aparcar el coche en la calle y que te roben la radio.

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