Mariah Carey demanda a su asistente por extorsionarla con difundir vídeos “íntimos”

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Mariah Carey ha presentado una demanda contra su exasistente Lianna Azarian, a quien acusa de extorsionarla con unos vídeos. De acuerdo con la documentación judicial a la que ha tenido acceso este miércoles el portal TMZ, la ayudante habría grabado a la artista en situaciones embarazosas y ahora le estaría exigiendo ocho millones de dólares (siete millones de euros) para evitar que las imágenes salgan a la luz. 

Según aparece en la demanda, la cantante, de 48 años, también acusa a la asistente de utilizar su tarjeta de crédito para realizar compras personales y de solicitar a marcas de moda artículos supuestamente para la artista, pero que en realidad eran para ella. Azarian trabajó con la intérprete de We belong together desde marzo de 2015 hasta noviembre de 2017, un puesto por el que recibía 327.000 dólares anuales (286.000 euros). Tras ser despedida por Carey hace más de un año, iniciaron sus chantajes contra la cantante. 

No han trascendido detalles sobre el contenido de los vídeos, pero en los papeles judiciales se los describe como "íntimos". Carey asegura que ella no tenía idea de que Azarian la estaba grabando en sus "actividades personales" y que sería "embarazoso" y dañino, tanto para su carrera como para su vida personal, que esos fuesen publicados.

Esta batalla legal se produce semanas después de que Carey llegara a un acuerdo con su exrepresentante Stella Stolper, en su demanda por acoso sexual. Según había declarado la mánager en abril de 2018, la cantante se mostraba "constantemente desnuda delante de ella" e incluso realizaba "actividades sexuales" en su presencia.

Además, el abogado de Stolper le dijo en su momento a la publicación The Blast que la artista era "una bala perdida" que abusaba del "alcohol, las pastillas recetadas y la marihuana", y que en varias ocasiones el equipo de Carey tuvo que cancelar presentaciones porque la intérprete "no estaba en condiciones" de cantar. Algunas de esas cancelaciones se realizaron supuestamente durante su gira por Sudamérica en 2016, eventos por los cuales la cantante fue demandada en 2017. Otra de las presentaciones en las que la cantante estaba "completamente drogada", siempre según las declaraciones del abogado, fue en su famosa actuación de Nochevieja de 2016 en Times Square (Nueva York), en la que Carey hizo el ridículo y culpó al equipo de sonido. 

Entonces el representante de la estrella negó las acusaciones y dijo en un comunicado recogido por ET Canadá que si se presentaba "esta reclamación frívola y sin fundamento" la cantante se defendería "enérgicamente y con éxito". "Stolper ha estado difundiendo falsos rumores a cualquier medio de comunicación que los publique. No responderemos a las mentiras y amenazas, agregó. 

Carey no es la primera estrella en ser extorsionada por conocidos. En 2006 Alejandro Sanz reveló que dos empleados suyos le pedían medio millón de dólares para no difundir unas imágenes y unos vídeos comprometedores y por no desvelar que el cantante tenía un hijo fruto de una relación extramatrimonial. A la ganadora de Eurovisión Conchita Wurst, por su parte, fue su expareja quien la extorsionó en 2016 para no revelar el hecho de que la cantante tenía VIH. En ambos casos los artistas prefirieron hacer públicos los motivos de las extorsiones y no ceder al chantaje.