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Vince Gilligan: la carambola de ‘Breaking bad’ y el rastro que ha dejado

El creador de la exitosa serie cuenta cómo convenció a HBO, cómo le va a 'Better call Saul' y qué tiene previsto hacer ahora

Toni García
Vince Gilligan posa para ICON durante el Serielizados de Barcelona. De esa cabeza tan amable salieron Walter White y Jesse Pinkman.
Vince Gilligan posa para ICON durante el Serielizados de Barcelona. De esa cabeza tan amable salieron Walter White y Jesse Pinkman.Fotografía: Adrià Cañameras

“Aún recuerdo las caras de los ejecutivos de la cadena en la reunión para vender el proyecto. Salí de allí, llamé a un amigo y le dije que ya podíamos ir pensando en otra cosa, que no nos iban a comprar aquello. Claro, era la mujer embarazada, el marido profesor de química con una enfermedad terminal, el macarra, etcétera… [risas]”. Vince Gilligan, creador de Breaking bad y uno de los tipos más adorados por los aficionados a las series, es un tipo tímido que habla bajito y no puede ocultar su acento sureño, herencia de una infancia en Richmond, Virginia, donde nació en 1967.

Los ejecutivos acabaron comprándole una idea tan subversiva que cuesta imaginarla fuera de la televisión por cable o las plataformas de streaming: un profesor de química con cáncer terminal se lanza a fabricar y vender drogas de diseño para dejar a su mujer embarazada y a su hijo con parálisis cerebral una suculenta herencia de dinero manchado de sangre. “Por supuesto, la tele ha cambiado mucho, muchísimo, y es un campo en el que se puede experimentar. Era algo impensable cuando empecé, pero la apuesta de HBO y luego de muchas cadenas privadas por ofrecer algo valiente y construir nuevas reglas ha dado un resultado espléndido. Todos podemos recitar de memoria una lista de series de los últimos 20 años que han contribuido a hacer que hoy la televisión sea el lugar en el que muchos quieren estar y, por supuesto, me enorgullece que se nos considere parte de la tripulación de ese barco”, reconoce Gilligan, que visitó Barcelona en el marco del festival Serielizados, donde actuó de invitado estelar y pope de toda una generación de amantes de lo catódico.

Vince había sido productor y guionista de otra serie mítica y no duda en reconocer que su participación en la misma fue clave para enseñarle todo lo que necesitaba saber sobre el medio: “Llegar a Expediente X fue algo extraordinario. No solo trabajar con Chris Carter [el creador de la serie], sino aprender de tipos con tanto talento, desde los actores hasta el último técnico”, afirma.

"La gente pensaba que teníamos una especie de plan secreto, un esquema en el que habíamos puesto todo lo que pasaría en la serie. Lo cierto es que no teníamos ni idea, no había ningún plan"

Breaking bad se estrenó en 2008 y, aunque tardó un poco en arrancar, dos temporadas después ya nadie hablaba de otra cosa que no fueran las andanzas de estos canallas de Nuevo México, capaces de revolucionar el mundo de la metanfetamina por pura necesidad antes de hacerlo por pura avaricia. “No sabría decirte en qué momento empezamos a notar que la cosa funcionaba, supongo que fue algo gradual, pero al principio de la segunda temporada el feedback que nos llegaba era tremendamente positivo. Una de las cosas que siempre me ha hecho gracia es que la gente pensaba que teníamos una especie de plan secreto, un esquema en el que habíamos puesto todo lo que pasaría en la serie. Lo cierto es que no teníamos ni idea, no había ningún plan. Principalmente, porque siempre pensé que era un milagro que nos hubiesen dado una temporada; que nos dieran dos me dejó atónito. Y del resto ni te cuento. Así que tomamos muchísimas decisiones sobre la marcha y salió bien. A veces es mejor no tener un plan”, asegura. “Aunque no siempre”, apostilla tras reírse.

Ahora Gilligan saborea de nuevo el éxito con Better call Saul, un spin off de su serie que arranca antes de Breaking bad, pero que planea colisionar con esta (en parámetros temporales) en algún momento. Gilligan se quita importancia: “Yo solo soy productor ejecutivo, hay gente muy buena trabajando ahí y yo me limito a mirar. El mérito no es mío. ¿Si acabará saliendo Walter White? Sí, pero será un robot [risas]”, dice Gilligan escurriendo el bulto con elegancia.

El protagonista de Better call Saul es el abogado Jimmy McGill, un clásico de Breaking bad: “En realidad, fue una decisión sencilla. Nos gustaba la idea de seguir jugando con el universo de Albuquerque y Jimmy McGill era una gran opción. ¿Que si hay previsto algo más? Bueno, Breaking bad tiene muchas vidas”, dice con una sonrisa.

Un mes después, Sony anunció la luz verde a la película de Breaking bad, sobre la huida de Jesse Pinkman al final de la serie. No hay duda: Vince Gilligan es un hombre extremadamente discreto.

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