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Alfonso Bassave: una estrella en construcción, un hombre en deconstrucción

El actor madrileño, al que conocimos en 'Un paso adelante', confiesa que lleva 20 años en terapia. Una situación que le ayuda a no hundirse cuando le rechazan para un papel y también para construir personajes como los de las series ‘Estoy vivo’ o ‘Pequeñas coincidencias’

El actor madrileño, en paz con su mente y con su cuerpo, nos mira muy fijamente con vaqueros y botas Calvin Klein Jeans.
El actor madrileño, en paz con su mente y con su cuerpo, nos mira muy fijamente con vaqueros y botas Calvin Klein Jeans.Foto: Gianfranco Tripodo

Hay brasas menos ardientes que la relación entre Alfonso Bassave y la cámara del fotógrafo. “Pues estaba pensando si tengo que meter barriga”, asegura. ¿Pero qué barriga? “Nunca soy consciente de si poso bien o mal, tengo que entrar en un mood de seguridad en mí mismo”. Resulta que este actor lleva 20 años en terapia para, entre otras cosas, renegociar con sus inseguridades. Alfonso Bassave (Madrid, 1979) es una estrella en construcción, pero también es un hombre en deconstrucción.

Los actores viven, literalmente, expuestos a la opinión de los demás. Por eso hasta un tipo con la cara y la trayectoria de Bassave tiene dudas: antes de sentarse en esta silla se ha enterado de que no ha conseguido un casting que estaba convencido de haber bordado. “Hace ocho años me habría sentido una víctima, si alguien me criticaba en el terreno profesional me sentía rechazado como persona. Ahora si no le caigo bien a un compañero me da igual, no necesito la aprobación de nadie”. La paradoja del actor es que, para gestionar la inestabilidad laboral y proteger la vocación, necesita una seguridad implacable. Pero para ejercer depende del beneplácito de los demás, ese que le han dado en series como Estoy vivo (TVE) y Pequeñas coincidencias (Amazon).

Durante un curso, Bassave aprendió la importancia de averiguar cuál es “tu casting”. La primera imagen que das. Tu máquina del dinero. “Y luego ya te llegarán los papeles de yonqui. Yo sigo en la etapa de explotar mi casting y la mayoría de mis personajes tienen una escena de sexo”, reconoce. ¿Pero le fichan a él porque hay escena de desnudo o, ya que tienen a Bassave en nómina, le quitan la ropa a su personaje? “En España tenemos muy poca imaginación. A veces me piden que sea yo mismo: ‘listo, carismático, simpático, guapo’. Es la imagen que ellos tienen de Alfonso Bassave, pero a mí eso, como actor, no me sirve. A menos que seas una estrella nadie se arriesga. Mario Casas se ha tenido que tragar muchos guaperas para llegar a El fotógrafo de Mathausen”.

El actor de ‘Estoy vivo’ y ‘Pequeñas coincidencias’ posa para ICON con camiseta y vaqueros Calvin Klein Jeans y jersey D’S Damat.
El actor de ‘Estoy vivo’ y ‘Pequeñas coincidencias’ posa para ICON con camiseta y vaqueros Calvin Klein Jeans y jersey D’S Damat.Foto: Gianfranco Tripodo

La naturalidad con la que Alfonso Bassave habla sobre su propia belleza resulta casi subversiva. “Yo crecí siendo del montón y ahora no voy a decir que soy feo para que te sientas bien. Me considero atractivo, pero el otro día Anna Castillo me dijo: ‘Oye, ¿tú cuántos años tienes? Estás machacaíllo’. Ser guapo te abre muchas puertas, pero si vas de que crees que no lo eres se mantendrán más abiertas. El que reconoce que es atractivo tendrá un ejército de acomplejados que le ven como un sobrado”.

Por esa misma cultura que penaliza la seguridad cuando se codea con la arrogancia, Bassave se sintió culpable durante años por explotar sus herramientas positivas innatas (su físico, su inteligencia, su talento) y víctima de sus defectos. “Pero cada vez menos. La terapia te descodifica como persona y te muestra el lugar que ocupas en el mundo. Nos enseñan matemáticas en el colegio, cuando en tu puta vida vas a hacer una raíz cuadrada, pero no a escucharnos a nivel emocional o físico”, lamenta.

Antes se negaba a perder horas e intimidad con las redes sociales, pero desde que se abrió Instagram hace tres años se ha resarcido con 3.000 fotos. “Entiendo que haya actores que no quieran participar de eso, como si fuese a desacreditarte. Yo no le doy ninguna importancia a subir una foto sin camiseta porque es una parte más de mí y además me viene bien para las marcas”, reconoce.

Los trabajos extravocacionales mantienen, en muchos casos, a un gremio con más de un 90 % de paro en el que hacer una serie ya no garantiza estabilidad económica para dos años sino para tres meses. “Ya no me siento culpable si tengo épocas de paro, aprovecho para irme de viaje, tocarme el higo o ver cuatro series enteras. Antes lo llevaba peor. Antes observaba, analizaba y me machacaba. Ahora solo observo, proceso y suelto”, concluye. ¿No es contradictorio luchar contra el encasillamiento mientras fomenta esa imagen pública de galán? “No sé, a lo mejor si subiera a Instagram más fotos con pinta de yonqui…”.

Alfonso Bassave interpreta a David Aranda, un inspector jefe que lidera con mano dura a su equipo, en la serie 'Estoy vivo',
Alfonso Bassave interpreta a David Aranda, un inspector jefe que lidera con mano dura a su equipo, en la serie 'Estoy vivo',

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