Los desano, uno de los pueblos indígenas en peligro por Bolsonaro

Brasil ha comenzado el año 2019 a golpe de decretazo. Jair Bolsonaro, el nuevo presidente, firmó en su primer día uno mediante el cual transfería el poder de la delimitacion de tierras indígenas al ministerio de Agricultura. Tradicionalmente, la Fundación Nacional del Indio (Funai) era el órgano encargado de tal proteccion y delimitación. Según este órgano público de Brasil, en la Amazonía existen 16 territorios pendientes de estudio. Entre ellos se encuentra el que ocupan los indígenas desano.

En Brasil existen 566 tierras indígenas protegidas, según la Funai, de las cuales cuatro se encuentran en la demarcación Rio Negro, con una superficie total de 2.300.000 hectáreas y en la que habita el pueblo desano-tucano. De estas cuatro, una se encuentra en estudio. Con el nuevo decreto del Gobierno de Bolsonaro, nadie sabe qué destino correrán. La decisión podría suponer la entrega de territorios como el de los tucano a la industria de la soja y a la ganadera, que han sido apoyos clave para que el exmilitar ganara las elecciones.

Los indígenas desanos se extienden entre Colombia y Brasil utilizan la lengua de la familia tucano oriental y están repartidos a lo largo del Rio Negro. Como otros pueblos originarios de América Latina, creen en el chamanismo. En sus rituales utilizan la coca, la ayahuasca o el tabaco.

En las ceremonias de presentación que realizan ante extranjeros, los desano usan instrumentos musicales artesanales para acompañar el movimiento de su cuerpo con el sonido.

Los desano suelen vivir en unas construcciones denominadas malokas que sirven como lugar para descansar y también como centro de reunión para las ceremonias.

En la antigüedad la organización social y política se dividía en jerarquías, siendo el chamán o curandero la punta de la pirámide en la toma de decisiones que afectaban a la vida del pueblo desano.

Actualmente, en la Amazonía brasileña existen más de 200 comunidades con una población estimada de 6.000 personas, según la Federación de Organizaciones Indígenas del Río Negro. En Brasil, un millón de los 209 millones de habitantes son indígenas y viven en tierras que ocupan un 12,5% del territorio del país, sobre todo en la Amazonía.

La música forma parte del basto acervo cultural de los pueblos indígenas. Es una práctica importante para la socialización. También existen sonidos o cantos determinados para momentos específicos: cuando se añora a alguien o cuando se canta para un bebé.

Debido al contacto con las personas no indígenas, muchas comunidades han ido perdiendo su identidad. Algunas ONGs y entidades locales culturales les ayudan a recuperar y poner en valor algunas de sus tradiciones, como la música.

El contacto con la sociedad desarrollada ha traído al pueblo desano múltiples artículos, entre ellos el plástico. Para paliar su impacto, ahora mismo desde sus comunidades se promueve la artesanía y la vuelta a materiales de sus orígenes. En sus celebraciones recuperan collares, gorros o pinturas de sus antepasados.

Los tucano adoran a un dios al que llaman Basebó, pues según sus creencias, él es quien les enseñó a cultivar y preparar alimentos.

Existe un festival de música indígena en el Amazonas donde tribus de diferentes lugares se juntan una vez al año para el intercambio de conocimiento musical y cultural.

Para las etnias amazónicas esparcidas a lo largo del Río Negro y sus afluentes, la danza es uno de los elementos más importantes de su cultura. Casi todos los acontecimientos sociales importantes van acompañados de baile. En la actualidad, es un reclamo para los turistas que visitan sus aldeas y un método de subsistencia. Entre los bailes más importantes del pueblo desano destacan el japurutu, cariço, da cabeça do veado y la kaapiwaya.

En esta región de la Amazonía, debido a su proximidad a la gran urbe de Manaus, la deforestación come terreno a pasos agigantados. Según datos del Instituto Nacional de Pesquisas Espaciais (INPE) para el año 2017 se registraron casi 7000 kilómetros cuadrados de bosque talado. El peligro hoy son las grandes plantaciones de soja.