Humor contra el mal humor

Corren malos tiempos para los discursos serenos, para las reflexiones sensatas, para la convivencia pacífica. Nada discurre en un ambiente sosegado. Cualquier suceso sirve de excusa para rebatir con violencia. Reacciones viscerales que desvían del camino de la razón, del entendimiento, del diálogo que aporta equilibrio. Tiempos de programas políticos que aprovechan la coyuntura del momento para conseguir votos, en los que la memoria flaquea y la soberbia impide reconocer que de los errores cometidos en el pasado no se aprende.

La moral es la esencia de la política. Pero, tan necesarias son las normas, como lo es la sátira. Un recurso que se caracteriza por la utilización del sarcasmo con intención moralizadora y que contiene un gran valor didáctico. ¿Por qué no nos reímos más a menudo de nuestras estupideces? Burlarse de lo ridículo de un modo sutil y elegante hace que nos deleitemos con la risa. Pero, lamentablemente vivimos tiempos en los que todo molesta, y el humor no va a ser una excepción.

Inma Miravet Campos, Valencia.