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Paula Echevarría está viviendo una semana agridulce. La actriz ha dado un importante paso en su carrera profesional, pero también ha estado en el ojo del huracán en cuanto a lo personal. Ella, como es habitual, ha decidido esperar a que todo pase y dar la callada por respuesta.

Después de casi dos años separada y nueve meses divorciada de quien ha sido su marido durante una década, David Bustamante, la pareja se ha tenido que ver las caras esta semana. Lo han hecho por lo que queda de su unión: su hija Daniella. La pequeña, de 10 años, ha tenido esta semana la función escolar de Navidad y tanto su padre como su madre acudieron a la misma. En todo momento evitaron, eso sí, posar juntos, ni siquiera aparecer a la vez. Se pudo ver llegar a Echevarría a la escuela sola, con gesto serio y algo molesta por el despliegue de medios a la puerta del centro, y después los reporteros la fotografiaron con su hija Daniella saliendo de él, con ambas sonrientes y de la mano.

También se vio a David Bustamante por los mismos pasillos. El cantante llegó y salió solo del centro, y saludó sonriente a la prensa que se congregaba para fotografiarle, felicitándoles la Navidad pero sin dar declaraciones. Según quienes estuvieron en la función, dentro se saludaron y se mostraron cordiales el uno con el otro, sentándose juntos. Una actitud muy distinta de la de la Navidad de 2017, cuando ya estaban separados, pero aún no divorciados, y cuando evitaron saludarse y se sentaron en zonas muy separadas.

Echevarría acudió a la función sin su pareja, Miguel Torres, y ella misma ha tenido que desmentir los rumores de crisis con el futbolista, asegurando que "todo está muy bien, fenomenal". La pareja solo se ve de forma esporádica, puesto que Torres vive en Málaga, la ciudad del equipo en el que juega.

Las cuestiones delicadas por las que pasa la actriz en lo personal se han visto compensadas por lo profesional. Este año ha grabado una serie (Los Nuestros 2, que se estrenará en 2019) y dos películas (Si yo fuera rico y El crack cero), y ha estrenado otra, Ola de crímenes, de Gracia Querejeta. Pero esta semana ha dado el impulso final a un proyecto que llevaba gestando meses: ha lanzado su propia web.

Si bien es cierto que la asturiana lleva casi media vida trabajando como actriz en cine y en televisión, no lo es menos que su faceta comercial y de prescriptora le ha dado un enorme impulso a su carrera estos últimos años. Fue una de las primeras famosas en tener un blog en el que daba cuenta de cada uno de los looks que sacaba, y ese seguidísimo estilo propio la ha convertido hoy en una influencer con más de 2,5 millones de seguidores en su cuenta de Instagram, una de las más seguidas de España. Una posición que le ha permitido firmar acuerdos comerciales con muchas marcas que han buscado su tirón entre todo tipo de público.

Ahora, sus reportajes, portadas, acuerdos publicitarios y su muy pensado estilo estarán en una página contenedor y en una newsletter en la que seguir sus pasos de su faceta más de icono que de actriz. Una faceta más que ventajosa y que, según los expertos, le reporta alrededor de un millón de euros al año.