Acostumbradas al miedo
Muchas veces, cuando paseo por la calle observo cómo algún chico suelta una barbaridad o un simple saludo a alguna chica que va sola. Ella baja la cabeza y aumenta su velocidad mientras cierra los puños y respira ansiosamente. Es miedo. Está aterrada.
En ocasiones hablo de estas situaciones con amigas o conocidas y me lo confirman: “Volvemos aterradas a casa, pero estamos acostumbradas”. Las mujeres están acostumbradas a sentir miedo cuando van solas por la calle. Creo que es importante hacer visible el acoso callejero que sufren, hacer visible ese miedo. Y sobre todo concienciar que no son bromas, es acoso. Falta empatía con vosotras.
Simón Gil. Albacete
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