La casa de Paul McCartney, asaltada por ladrones

Este ha sido un fin de semana agitado para sir Paul McCartney. Ha tenido celebraciones navideñas y dos conciertos, tanto en Glasgow (Escocia) como en Londres. Pero también ha vivido un momento personal complicado: una banda de ladrones ha entrado en su casa. 

Así lo ha confirmado un portavoz de Scotland Yard, que ha explicado a la agencia AP que el pasado viernes les llamaron para avisar de que varios asaltantes habían entrado en la casa. El cuerpo policial ha explicado que encontraron señales de que la propiedad había sido forzada, aunque no han realizado detenciones por ahora. Cuando llegaron a la casa (con un valor estimado de unos 11 millones de euros), los ladrones ya se habían marchado. 

Además, ni Scotland Yard ni los propios afectados han dado a conocer si el músico y su esposa, Nancy Shevell, estaban en su residencia en ese momento, ni tampoco si de la misma han desaparecido objetos de valor. Sí se sabe que el jueves había actuado en Viena, Austria, y que ese mismo viernes acudió a una fiesta navideña organizada por Mick Jagger, y también que ese mismo día cantó en un concierto en Glasgow, Escocia. Previsiblemente el sábado McCartney regresó a la capital británica, ya que el domingo dio un concierto en el estadio O2 de la ciudad.

La casa de McCartney—de 76 años— está rodeada de importantes medidas de seguridad: tiene una alta tapia y cámaras de circuito cerrado, tal como explica el diario The Daily Mail. Además, el músico pidió en 2009 a Google que eliminara la propiedad de su programa Google Street View, con el que se puede ver desde arriba. En alguna ocasión ha expresado su preocupación por la seguridad, pero según explican sus vecinos al mismo medio, el músico lleva una vida normal y poco paranoica: "Pasea sin guardaespaldas, charla con la gente, camina por el parque".

La noche del 30 diciembre de 1999 otro antiguo componente de los Beatles sufrió un asalto similar, solo que más complicado. Hace casi dos décadas, un hombre entró en la casa de George Harrison en Oxfordshire y les asaltó a él y a su esposa, Olivia, a punta de navaja. El músico recibió varias puñaladas en el pecho y logró escapar cuando su mujer golpeó al ladrón con una lámpara de aceite. El asaltante, Michael Abram, de 33 años, fue juzgado y enviado a un hospital psiquiátrico, del que salió en 2002.