Los Clooney crean una red de vigilantes de juicios dudosos

En el currículum de la abogada defensora de derechos humanos Amal Clooney figura haber defendido a la premio Nobel de la paz y esclava de Daesh Nadia Murad, a la ex primera ministra de Ucrania Yulia Tymoshenko y haber luchado por el reconocimiento del genocidio de Armenia a principios del siglo XX. Actualmente es miembro del equipo legal que representa a los periodistas de Reuters Wa Lone y Kyaw Soe Oo, detenidas el año pasado por las autoridades de Myanmar mientras investigaban el asesinato de rohingya. Como experta en procesos controvertidos y complejos, la abogada y su marido, el actor George Clooney, acaban de lanzar un proyecto para controlar juicios con garantías dudosas.

La iniciativa se llama TrialWatch y en ella participan la Universidad de Columbia, en la que la letrada es profesora, y American Bar Association, colegio de abogados con sede en Chicago (EE UU). El plan es formar un panel de profesionales para monitorizar juicios en los que se considere que los derechos humanos de los encausados están amenazados. Los integrantes de esta red no tienen por qué ser abogados, especifica Columbia en su comunicado, y se dedicarán a informar sobre los procesos "utilizando tecnología especializada". "Un equipo de expertos legales analizará después los datos y clasificará los juicios en función de los estándares internacionales de justicia", especifica la universidad.

"Los jueces también pueden ser cómplices de graves abusos contra los derechos humanos cuando condenan por 'delitos' como la homosexualidad o la blasfemia, o cuando ignoran los derechos de los acusados. Sin embargo, los jueces y los fiscales rara vez tienen que rendir cuentas. En algunos países, los tribunales están cerrados. E incluso cuando los juicios están abiertos al público, los procedimientos pueden ser largos, complicados y difíciles de entender", explica la Fundación Clooney en un comunicado.

Los jueces también pueden ser cómplices de graves abusos contra los derechos humanos cuando condenan por 'delitos' como la homosexualidad o la blasfemia

Las características que tendrá en cuenta el proyecto a la hora de ser monitorizado o no incluyen que el procesado pertenezca a un grupo vulnerable, las amenazas a la libertad de expresión, la naturaleza del tribunal, y la posibilidad de que la simple presencia de un vigilante externo pueda mejorar la transparencia y justicia. Microsoft ha anunciado que también aportará fondos para contratar a un asesor legal que trabaje con los estudiantes de Columbia a la hora de recibir y procesar la información. La organización Amnistía Internacional cuenta entre sus herramientas con una guía sobre las normas internacionales y regionales sobre justicia procesal que protegen el derecho a un juicio justo.

La iniciativa comenzará a funcionar en 2019. "Un juicio justo y abierto es un derecho humano fundamental que debe protegerse en todo el mundo", apunta Gillian Lester, decana de la Escuela de Derecho de Columbia, Lucy G. Moses. El presidente del colegio de abogados señala que es "un honor" convertirse en los "ojos en las salas de todo el mundo". Ninguna de las partes implicadas anunciado todavía cuál podría ser la primera causa en la que este proyecto se ponga en marcha.

La fundación Clooney ha puesto en marcha dos vías de contacto a través de su página web; una para notificar causas en las que podría ser necesario uno de estos vigilantes, y otra para convertirse en uno de ellos. Los socios todavía no han dado más detalles del funcionamiento de la iniciativa que deja algunas dudas: ¿cómo será el proceso de selección de procesos en los que intervenir? ¿permitirán los países el acceso a la sala a estos vigilantes externos? ¿servirá para algo la información recopilada cuando ya hay organizaciones que llevan años denunciando los atropellos a los derechos humanos?

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