Cedés, deuvedés, libros... Prácticamente los primeros y segundos ya se han extinguido y los que quedan son reliquias que lo que hacen es ocupar espacio pero a las que apenas se les saca disfrute, teniendo esas mismas películas y esa música que contienen disponible en formato digital al instante. Lo que aseveramos que no llegará es la extinción del libro en papel, predicha para este mismo 2018 por los gurús hace una década. Se equivocaron. Convivirán el formato digital para libros de consulta y literatura de consumo rápido con el papel para obras de colección, cómics, ilustrados y gran formato. Las estanterías y librerías no desaparecerán, probablemente, pero serán menos y de tamaños distintos. Al fin y al cabo, sin cultura que colocar sobre sus estantes, ¿qué vamos a poner en ellas?