Agresividad y fanatismo
El fútbol es un deporte que ayuda a socializar, a crear disciplina, a fortalecer lazos con el equipo. Se supone que es un juego con decenas de beneficios, pero sobre todo que es eso, un juego. Es muy triste que la pasión se convierta en fanatismo y que esta sea la cara visible de un deporte tan aclamado por todo el mundo.
Deberíamos volver a tomarnos el fútbol como lo que es: un entretenimiento competitivo, pero un juego al fin y al cabo.
Claudia Lahuerta
Alcobendas (Madrid)
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.