Dignidad
La renuncia del magistrado Manuel Marchena a su nombramiento como presidente del Consejo General del Poder Judicial y del Tribunal Supremo es una buena noticia. Es un acto de valor que dignifica no solo la cuestionada independencia judicial, sino al propio magistrado ante tanto desprecio, humillación y desconsideración al Poder Judicial en un momento tan delicado. Además, sirve de aviso a los partidos que, apartándose de lo establecido en la Constitución, pretendían socavar dicha independencia con su manoseo de las instituciones. Mi felicitación al juez Marchena.
Daniel del Valle Corrochano
Vigo (Pontevedra)
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