Drogas, millones y la marca de ropa que viste a Hollywood: la historia del novio de Demi Lovato
Su nombre es Henry Levy y creó, con solo 21 años, la marca Enfants Riches Déprimés, o sea, "niños ricos deprimidos" (y sí, el nombre es autobiográfico)
El pasado julio la cantante de 25 años Demi Lovato (Nuevo México, 1992) fue hospitalizada en Los Ángeles por una supuesta sobredosis de fentanilo, la droga que mató a Prince. Tras permanecer varios meses alejada de los medios y en rehabilitación (durante los que su canción Solo, con el grupo inglés Clean Bandit, se convirtió en uno de las más populares del año), Lovato reapareció este pasado cinco de noviembre acompañada de un joven. De él diríamos que ya se ha convertido en el nuevo enigma favorito de los medios de comunicación de sociedad si no fuera porque lo lleva siendo desde 2012.
Demi Lovato is Out of Rehab Looking Great as She Leaves Restaurant https://t.co/xfybKL1nQI
— TMZ (@TMZ) November 5, 2018
Él se llama Henri Alexander Levy (Atlanta, 1991), de nombre artístico Henry Levy, y es un artista conceptual y creador de una de las firmas de moda más intrigantes de la década. Enfants Riches Déprimés, o sea, “niños ricos deprimidos”, fue fundada en 2012 (cuando él solo tenía 21 años) y es, según medios como Hollywood Reporter, la respuesta americana a la francesa Vetements. ¿Es él mismo un niño rico deprimido?
No sabemos si deprimido, pero rico es, inmensamente. Sus padres se hicieron millonarios gracias al negocio de agua embotellada y él estudió en todo tipo de colegios de élite, como Le Rosey en Suiza (el más caro del mundo). Según contó a Complex, “mis padres solo me llevaban a la ópera y a museos”. Pero a él lo que le apasionaba era la música punk, que descubrió a los 11 años. Otra cosa que descubrió demasiado pronto fueron las drogas. A los 15 años tuvo su primera parada en rehabilitación, en un centro especializado para adictos menores de edad en Malibu llamado Visions Adolescent Treatment. Eso lo une, de manera muy profunda, con la atormentada Demi Lovato, que ha reconocido haber recurrido a las drogas desde la adolescencia y se ha convertido en uno de los epítomes de las exniñas Disney pasadas al lado oscuro en la década de los 2010.
Tras saltar de escuela en escuela en Europa y Canadá, Levy acabó estudiando arte en UCLA, la Universidad de Los Ángeles. Pero la dejó a los 21 años para crear Enfants Riches Déprimés. La idea le vino después de otra estancia en rehabilitación: esta vez en la exclusiva cadena Betty Ford, en su centro de Oregón, donde compartió habitación con "cincuentones adictos a las anfetaminas", según su propio relato.
Sus primeros diseños consistían en camisetas sobre las que Levy dibujó cortes de mangas, imaginería nazi, logos de Hermès deformados o paquetes de cigarrillos marca Parliament Lights, según él los favoritos de los alumnos de las escuelas pijas. La primera boutique que se interesó por su marca fue la londinense Browns. Una de sus responsables vio una camiseta de Enfants Riches Déprimés en Instagram, buscó a su responsable e hizo un pedido. En su cuenta de Instagram escribieron: “Niños ricos y deprimidos, esto es para vosotros”. El eslogan fue un éxito. El teléfono no dejó de sonar preguntando por las piezas.
Henry reconoce que nunca estudió moda y que no sabe ni coser. “La moda se convirtió en mi carrera cuando me di cuenta de que era el modo más simple de trasladar mi arte al consumidor”, ha dicho a Vogue Italia. Y más tarde en esa respuesta da el golpe de gracia: “¿El concepto? Yo soy el concepto”.
La marca, de inspiración punk, contiene camisetas con eslogan como “My nazi parents” (el precio: 465 euros) o una cuerda de cachemira atada como si estuviera lista para que alguien se ahorcase con ella. Vale más de 6.000 euros. “Si te fueras a suicidar, ¿no querrías hacerlo con una cuerda de cachemira de 6.000 euros?”, comentó a The Guardian en una controvertida entrevista.
La colección de Levy incluye una cuerda de cachemira atada como si estuviera lista para que alguien se ahorcase con ella. Vale más de 6.000 euros. “Si te fueras a suicidar, ¿no querrías hacerlo con una cuerda de cachemira de 6.000 euros?”
No es el único objeto provocativo que forma parte de su colección. Entre sus accesorios hay también una cadena con una cucharilla de plata, cuyo uso es popular entre los consumidores habituales de cocaína para esnifar el polvo, o un pendiente del que cuelga la figura de un conejo muerto. Una cazadora de cuero luce detrás la pregunta: “¿Qué miras, gilipollas?”. Cuesta casi 4.300 euros.
Lovato y Levy han sido fotografiados cenando en actitud cariñosa por la web TMZ. Ella ha terminado sus 90 días en rehabilitación y pasa ahora tres días de cada semana en una casa junto a otros adictos en recuperación, donde pueden ser controlados. Por otra parte, se aconseja tras la salida de un centro que los pacientes tengan amigos sobrios que los ayuden en este proceso. Levy y Lovato, los dos exadictos y que conocen bien los demonios contra los que tienen que luchar, pueden ser la pareja perfecta para este propósito. Solo esperemos que no se conviertan en la pareja perfecta para los tabloides.
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