Alcalde de Vigo
Cantaba Moustaki: yo declaro el estado de felicidad permanente. El alcalde de Vigo declara el estado de Navidad permanente, coloca luces en octubre. Quiere superar a Nueva York, Londres, etcétera. Hace desaparecer el arte contemporáneo del Museo Marco, ahí no compite con el MOMA ni el Tate. No recibe a una comisión de Amigos del Marco desde hace más de un año. Ni siquiera contesta a la valedora do pobo que le inquiere por tanta demora. Se cae un escenario con centenares de heridos. Él actúa de telonero en recitales de Maná y Raphael. Corta árboles señeros y pavimenta aceras —lo llama humanizaciones—, coloca un barco gigantesco en una rotonda, con oposición del vecindario. Un dinosaurio vegetal, en el centro, atestigua su gusto artístico: todo el mundo le hace fotos. Pero ese es otro problema. O quizás, no.
Miguel Mora. Vigo (Pontevedra)
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