El epicentro de la democracia

La empresa, como la política, la industria del cine o el deporte, tiene todavía una cuenta pendiente con la igualdad que la vicepresidenta del Gobierno, Carmen Calvo, aspira a saltar cuanto antes. El Ejecutivo socialista planea tramitar por vía de urgencia la ley de equipación salarial y propugna que las empresas tengan cuotas obligatorias de mujeres en los consejos de administración. Será a partir de 2023, si sale adelante una norma que ya está en fase de tramitación parlamentaria. Ahora se “invita” a incrementar la presencia femenina en puestos de poder y liderazgo, pero no se “obliga”.

El mundo empresarial tiene poco que envidiar al deportivo, donde se mantienen diferencias salariales abismales. Entre los cien jugadores con más ingresos del mundo solo suele figurar una mujer, la tenista estadounidense Serena Williams, y una simple regla de tres demuestra que los galácticos del fútbol ganan en una tarde lo mismo que sus homólogas en todo un año. Hasta hace poco, el ganador del maratón de Bruselas recibía como premio un cheque de mil euros, mientras que el talón para la vencedora en la categoría femenina era de 300. Esta brecha, abierta en el corazón de Europa, se ha cerrado. Los premios se han homologado. El mismo camino han seguido las tradicionales regatas de La Bandera de la Concha —competición que se remonta a 1879—, donde se acaba de equiparar la recompensa económica que se otorga a las embarcaciones al mando de hombres y de mujeres: 24.000 euros, pese a que los unos reman tres millas y las otras, la mitad. Ellas dicen que entrenan lo mismo que ellos durante todo el año.

Las mujeres también pelean por los títulos. Y los ganan. La selección española de baloncesto femenino acaba de conquistar la medalla de bronce en la ronda mundial, y la murciana Ana Carrasco se ha convertido en la primera que gana un Mundial de motociclismo.

En el mundo del cine las diferencias las ha denunciado CIMA, la asociación que congrega a las mujeres cineastas, en el Festival de San Sebastián. En el mercado audiovisual ellos copan el 76% de la industria cinematográfica frente al 24% de ellas. El espíritu de la Carta suscrita para acortar distancias la resumió Calvo en una frase lapidaria: “La igualdad de hombres y mujeres es el epicentro y el arma más poderosa de la democracia”.