Equinoccio de primavera: el hemisferio sur despide el invierno
El día y la noche duran en esta jornada lo mismo y las horas de luz comienzan a aumentar hasta desembocar en el solsticio de verano el 21 de diciembre, dentro de 89 días y 20 horas
El hemisferio sur se despereza poco a poco del frío: los abrigos empiezan a desaparecer, los jardines se empiezan a llenar de colores y olores y la luz del Sol empezará a robar cada día algunos minutos a la noche. Es lo que se conoce como el equinoccio de primavera, que supone el cambio de estación para dejar atrás el invierno. Es, justo, el proceso contrario a lo que ocurre a la vez en el hemisferio norte, que con el equinoccio de otoño deja atrás el verano y los días comenzarán a ver acortado el tiempo de luz solar.
El cambio de estación en el hemisferio sur llegará el sábado, día 22 de septiembre a las 22.54 horas en países como Argentina o Chile. Es decir, un día después de lo que marca el calendario como celebración oficial de la Primavera, que es el día 21 y que en algunos países de Sudamérica también coincide con el Día del Estudiante.
El inicio de la estación primaveral supone la época del año en la que la longitud de las horas de luz aumenta más rápidamente. La palabra “equinoccio” proviene del latín “aequinoctium”, que significa “noche igual”, ya que hace referencia al momento en el que el día y la noche tienen la misma duración de horas, si bien, debido al tamaño del Sol y a los efectos de la refracción atmosférica, en los equinoccios la longitud del día excede ligeramente a la de la noche.
A partir del domingo, cada día amanecerá un minuto antes y el Sol se pondrá por el horizonte también un minuto y algunos segundos después, por lo que disfrutaremos de casi tres minutos más de luz solar cada día.
Los equinoccios, en primavera y en otoño, se producen cuando el Sol cruza el plano del ecuador terrestre de manera perpendicular, es decir, que el ángulo de declinación del astro rey sobre la Tierra es cero, y por este motivo, durante esta jornada el día y la noche tendrán la misma duración de horas en cualquier punto del planeta.
En el hemisferio sur, el equinoccio de primavera, también llamado punto de Aries, se produce entre el 22 y el 23 de septiembre. Las variaciones en la fecha de un año a otro son debidas a la secuencia de años al tener en cuenta los bisiestos y en consonancia con la duración de cada órbita de la Tierra alrededor del Sol. La estación primaveral en el hemisferio sur tendrá una duración de 89 días y 20 horas, hasta que el 21 de diciembre el solsticio de verano marque el inicio astronómico de la estación estival.
Al mismo tiempo que en el hemisferio sur llega el final del invierno con el equinoccio de primavera, el hemisferio norte también vive su equinoccio, pero el que supone la llegada del otoño tras superar el verano. Debido a la posición de la Tierra respecto al Sol, el equinoccio significa también, por ejemplo, que en el Polo Sur comienzan seis meses de luz continua, mientras que en el Polo Norte la oscuridad de la noche también se alargará durante medio año.
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