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Cinco habilidades matemáticas que necesita tu hijo para prepararse para la enseñanza preescolar

Existen actividades sencillas y divertidas con las que los padres pueden animar a los niños las matemáticas

Los niños que ven cómo sus padres utilizan las matemáticas en la vida diaria practican con más frecuencia actividades relacionadas con ellas.
Los niños que ven cómo sus padres utilizan las matemáticas en la vida diaria practican con más frecuencia actividades relacionadas con ellas.GETTY

Los padres desempeñan un papel fundamental en la educación matemática temprana de sus hijos. No solo pueden proporcionarles juegos y juguetes relacionados con las matemáticas, sino también servir de ejemplo del empleo de estas en la vida cotidiana.

Los niños que ven cómo sus padres utilizan las matemáticas en la vida diaria practican con más frecuencia actividades relacionadas con ellas. Esto, a su vez, potencia las capacidades matemáticas tempranas que sirven de base para el futuro aprendizaje.

Como investigadoras dedicadas al estudio del desarrollo matemático en los niños, creemos que hay cinco habilidades que los pequeños deben tener antes de empezar la enseñanza preescolar. Las oportunidades para adquirirlas están en todas partes, y existen actividades sencillas y divertidas con las que los padres pueden animarlos a practicar con el fin de fomentarlas 

Esto ayudará a que los niños aprendan el vocabulario y desarrollen las capacidades acordes con su edad necesarios para aprender matemáticas, al tiempo que se divierten y mantienen el interés. 

1. La capacidad de contar y la 'cardinalidad'

Según el nivel oficial de preparación para entrar en la universidad o ejercer una profesión en el estado de Maryland (EE UU), los niños deben demostrar que poseen una capacidad básica de contar antes de entrar en preescolar. Esta capacidad incluye contar hasta 20, ordenar cartas con números, identificar sin contar cuántos elementos componen un pequeño conjunto, y comprender que la cantidad no cambia independientemente de cómo se distribuya este. 

Los futuros alumnos también tendrán que aprender cardinalidad, lo que significa que deberán comprender que el último objeto recontado representa el número de elementos del conjunto.

La capacidad de contar y la cardinalidad se pueden integrar fácilmente en la vida diaria. Los niños pueden contar sus juguetes mientras recogen o cuántos pasos hay que dar desde la cocina hasta su dormitorio. Los padres pueden mostrarles uno por uno los números en un reloj o en un teléfono.

Los niños pueden contar sus juguetes mientras recogen o cuántos pasos hay que dar desde la cocina hasta su dormitorio

Asimismo, en el supermercado pueden pedirles que encuentren números mientras hacen la compra, y en el coche, que lean los números de las matrículas o cuenten los coches que pasan. Cuando el niño haya acabado de contar, los padres deberían preguntarle cuántos eran para reforzar la idea de cardinalidad.

Los juegos de mesa como el parchís o la oca son una manera útil y divertida de mejorar la capacidad de contar y la cardinalidad. Hagan que los niños identifiquen el número del dado cuando sea su turno y que cuenten en voz alta mientras mueven la ficha. Otros juegos activos en los que se cuenta en voz alta, como saltar a la cuerda, la rayuela o los juegos de palmas también fomentan estas capacidades.

2. Operaciones y pensamiento algebraico

Los alumnos de preescolar deben resolver problemas sencillos de adición y sustracción utilizando objetos.

Los padres pueden animar a sus hijos a que resuelvan problemas matemáticos sencillos durante sus tareas cotidianas. Por ejemplo, pueden pedirles que calculen el número correcto de platos o utensilios cuando ponen la mesa para comer. Recuerden que el lenguaje matemático que oyen los niños es importante. Pueden hacerles preguntas como, "¿Cuántos platos más necesitamos?"

Mientras juegan, los padres pueden utilizar juguetes y decirles, por ejemplo, "Toma, te doy uno de mis coches. Cuenta a ver cuántos tienes ahora". Las canciones y las rimas en las que se cuenta hacia delante y hacia atrás, como "Un elefante se balanceaba" o "Yo tenía diez perritos", también pueden ser útiles para enseñar las primeras sumas y restas.

3. Números y operaciones de base 10

Los niños tienen que empezar a entender que el número "diez" se compone de 10 "unos".

Contar los dedos de las manos y los pies es una manera estupenda de resaltar los números del uno al 10. El dinero, y las monedas en particular, son otra forma excelente de llamar la atención sobre la base 10. Los padres pueden jugar a las tiendas con sus hijos utilizando monedas de un céntimo y "comprarles" juguetes por diferentes cantidades. Durante el juego pueden hablar de cuántos juguetes pueden comprar con 10 céntimos. 

4. Las mediciones y los datos

Los alumnos de preescolar tienen que saber distinguir objetos en función de sus características ‒como la forma, el color y el tamaño‒ o identificar la característica según la cual se han clasificado los objetos. También tienen que ser capaces de ordenar objetos por determinada característica medible, como por ejemplo, de mayor a menor.

En la cocina, los niños pueden empezar a experimentar con las mediciones utilizando cucharas o tazas. Pueden clasificar utensilios, ropa para lavar o juguetes mientras los ordenan. Los juegos de cartas y de dados son útiles para hablar de la magnitud de los números. Además, en las tiendas se encuentran algunos juegos de clasificación por poco dinero, como Preparados, listos, guau.

Al llegar a preescolar, los niños también deben ser capaces de comparar objetos y utilizar expresiones como "más que", "menos que", "más largo", "más corto", "más pesado" o "más ligero". Los padres pueden ayudarlos utilizando estas palabras para destacar las comparaciones. Cuando los niños echan una mano en las tareas domésticas, los padres les pueden decir, "¿Puedes pasarme el cuento más grande?", o "¿Puedes poner en la mesa los tenedores más pequeños?".

5. Geometría

Las habilidades tempranas en materia de geometría incluyen nombrar e identificar formas de dos dimensiones como círculos, cuadrados y triángulos. Los niños también tienen que darse cuenta de que hay formas de diferente tamaño, perfil y orientación que son iguales. Asimismo, tienen que poder reconocer que un círculo es como una esfera y utilizar términos informales, como "caja" o "bola" para distinguir objetos de tres dimensiones.

Los padres pueden llamar la atención de sus hijos sobre las formas que hay en su entorno. Durante un paseo, pueden mostrarles que las ruedas son círculos y luego pedirles que busquen otros círculos a su alrededor. Los juegos disponibles en el mercado, como el tangram o los cubos para encajar formas piezas geométricas pueden ayudar a los niños a identificar formas simples y más complejas. Los rompecabezas, los bloques y el Lego son otra manera perfecta de fomentar el desarrollo de sus primeras habilidades espaciales.

Susan Sonnenschein es catedrática de Psicología Aplicada del Desarrollo de la Universidad de Maryland en el Condado de Baltimore.

Rebecca Dowling es estudiante de doctorado en Psicología Aplicada del Desarrollo en la Universidad de Maryland en el Condado de Baltimore.

Shari Renee Metzger es analista investigadora del Prince George's Community College.

Cláusula de Divulgación

Susan Sonnenschein ha recibido una beca de pequeña cuantía concedida por el Departamento de Psicología de la Universidad de Maryland en el Condado de Baltimore para parte de la investigación a la que se refiere este artículo.

Rebecca Dowling y Shari Renee Metzger no trabajan para ninguna empresa u organización que pueda beneficiarse de este artículo, no las asesoran, no poseen acciones en ellas ni reciben financiación. Tampoco declaran otras vinculaciones relevantes aparte de los cargos mencionados.

Este artículo fue publicado originalmente en The Conversation. Lea el original.

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