Casas de botellas de plástico para los damnificados por el sismo en México

María Guadalupe Jiménez y sus dos hijos llevan un año durmiendo en el suelo. Cada noche, los tres van al cuarto de un familiar y despliegan sobre el piso frío de azulejos una colchoneta. Es la única ayuda que recibieron desde que el pasado 19 de septiembre de 2017 la tierra se abriese bajo sus pies y tirase la casa en la que vivían.

Desde entonces comenzó una lucha por conseguir algún tipo de apoyo para reconstruir su vivienda, pero en el remoto pueblo de Tetela del Volcán, en Morelos, escaseaban los donativos.

Por eso, cuando la organización VIEM MX le ofreció construirle una vivienda a base de botellas de plástico recicladas, aceptó. Con cierta incredulidad, pero aceptó.

“Aquí la botella si puedes la juntas y la vendes o la echas a la basura, pero nunca nos pasó por la mente que con esas botellas podían hacer las viviendas”, cuenta Jiménez desde la oscura construcción de concreto en la que han estado viviendo ella y sus dos hijos desde el temblor.

El recelo fue cediendo poco a poco. Los jóvenes detrás del proyecto le explicaron que las botellas vacías rellenarían unas mallas de acero tridimensional que después se recubrirían con cemento y arena. La construcción se levantaría sobre una cimentación, como en una casa tradicional.

“Algunas personas, como es una casa de botellas, piensan que no es permanente o que es temporal y para nada”, explica Ana Vanessa Rendón, fundadora de VIEM MX.

La arquitecta tuvo la idea de construir viviendas con PET para los afectados del sismo después de ver la enorme cantidad de botellas de plástico que se apilaban en los centros de acopio de la Ciudad de México y otros puntos del país para ayudar a las víctimas de la tragedia.

Mediante campañas de recolecta de materiales para reciclar, la ayuda de voluntarios reclutados a través de las redes sociales y donaciones de empresas, VIEM MX ya ha entregado cuatro viviendas y está en proceso de construir otras tres. Todo sin obtener nada a cambio.

Cuando Guadalupe Jiménez recibió este mes de septiembre las llaves de su nueva casa no pudo contener las lágrimas. Cortó con unas tijeras una cinta roja en una improvisada ceremonia de entrega y entró a su nueva casa, en la que poco o nada revela que se construyó a base de lo que muchos ven como basura.