Simbología opresiva
La colocación masiva de lazos o cruces, ocupando la mayor parte de un espacio público, me parece un acto inadmisible de opresión social y abuso de poder frente al resto de los ciudadanos que, estando o no de acuerdo con esos símbolos, tienen también derecho a quitarlos o a colocar los suyos. Estas actitudes políticas antidemocráticas, propias de una tiranía medieval, me recuerdan la leyenda de Guillermo Tell, en la que el tirano Gessler obligaba a todas las personas a saludar al sombrero del rey colocado para tal propósito en medio de una plaza.— Alfonso Díez Prieto. Salamanca.
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