Mucho por andar
Ellos nos cantan que están enamorados de cuatro, que nuestra belleza es la culpa de sus borracheras, que se han cansado de nosotras y ahora están con nuestra amiga porque somos malas mujeres. Nosotras, en vez de no darles ni la hora, les decimos que esperamos su llamada sin pijama y que les necesitamos para cambiar las bombillas y lavar el coche. Echar para fuera lo malo va a ser complicado, pero no imposible.— Julia Abad Corredera. Ponferrada (León).
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