Los mayores dejarán de presidir grupos juveniles
Directores de medio centenar de asociaciones de jóvenes portugueses superan los 60 años
Las juventudes de los partidos políticos están llenas de treintañeros y quien más quien menos conoce a algún miembro de las tunas universitarias más cercano a la jubilación que a su licenciatura. En Portugal también se hacen viejos los jóvenes, pero para algunos (70% son hombres) las canas y las arrugas no son motivos para dejar de presidir organizaciones juveniles. El Gobierno va a presentar una ley para que las sociedades juveniles no solo tengan socios jóvenes sino también directivos jóvenes.
Cada organización es muy libre de que la dirija quien quiera, salvo cuando recibe subvenciones del Estado, entonces ahí quien da el dinero tiene algo que decir. El Gobierno reparte anualmente tres millones de euros entre asociaciones de jóvenes. Para acceder al dinero, estas organizaciones deben tener un 75% de sus socios con menos de 30 años de edad, pero nada se dice de sus dirigentes.
La experiencia señala que las organizaciones juveniles las dirigen jubilados, viejos, mayores o ancianos, pero en ningún caso jóvenes. Según el Registro Nacional del Asociacionismo Joven (RNAJ), el 28,4% de los dirigentes de sus asociaciones tienen más de 41 años y de ellas 54 son presididas por personas de más de 60 años. De acuerdo con la misma fuente, el decano del país es el del Grupo Etnográfico de Gafanha, en Nazaré, con 86 años de edad.
Obviamente, la iniciativa del Gobierno no ha sido aplaudida por todos. El presidente de la Federación Nacional de Asociaciones Juveniles (FNAJ), que sí es joven (29 años), Tiago Rego, considera la nueva ley una injerencia política y recuerda que son los socios jóvenes quienes eligen a sus dirigentes y a veces prefieren a los mayores, por su experiencia o porque tienen más tiempo libre.
También hay otros que apoyan al Gobierno, como el presidente del Consejo Nacional de la Juventud, de 27 años, que cree que la medida animará a que se apunten más jóvenes-jóvenes y, con ellos, llegarán ideas nuevas. Una vez aplicada la renovación del asociacionismo juvenil, los ancianos con marcha solo podrán aferrarse a las comunidades de vecinos.
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