Las compañías tecnológicas, campeonas en paridad
Las empresas de Silicon Valley se acercan al equilibrio de género en España por las políticas de recursos humanos
Las mujeres en España dirigen Google, Microsoft, IBM, Hewlett Packard, Twitter y Facebook. Estas empresas, que están entre las 500 más importantes del mundo, apenas tienen techo de cristal en sus filiales españolas y algunas han alcanzado la paridad. Las compañías nacidas en Silicon Valley tienen modelos de reclutamiento que evitan la discriminación. El objetivo final es competir por el mejor talento y retenerlo.
Nathalie Picquot, directora general de Twitter en España y Portugal, saluda cálidamente por la mañana a los empleados de la empresa que trabajan en una pradera (amplia superficie abierta). A simple vista, se ve que hay paridad. Para la directora de la empresa, que obtiene beneficios a nivel mundial de más de 2.000 millones de euros anuales, la diversidad -que incluye la paridad- es una herramienta que beneficia a la red social: “Los estudios muestran que cuando hay más diversidad hay más creatividad y proyectos. Te ayuda a tener mejores resultados”.
Para Fuencisla Clemares, directora general de Google en España y Portugal desde 2016, la inclusión y la equidad de género son cuestiones prioritarias en las empresas tecnológicas.
En España, la plantilla de Google es paritaria tanto en la dirección como en el resto de los contratados, según Clemares: “Lo que pasa es que la historia me demuestra que, o presto atención, o en cuanto me despiste vuelve a caer la equidad de género. Mi objetivo ahora es formar a la siguiente oleada de mujeres. Porque no tenemos el segundo nivel directivo en paridad”, explica Clemares.
En Twitter España la situación es similar. “En este equipo, lo digo claramente, somos mitad mujeres y mitad hombres”, remata Picquot.
Las políticas empresariales de Google y Twitter no son ajenas a un sistema de recursos humanos que tiene como eje la flexibilidad. Eso posibilita realizar el trabajo a distancia, un señuelo para la gente joven y las mujeres. “En las tecnológicas se trabaja por objetivos, se confía en el empleado y él puede organizar su propia jornada”, explica Clemares. Esto hace que se pueda compatibilizar la vida personal con la profesional.
Otra medida que distingue a las tecnológicas es la ampliación de bajas de maternidad y paternidad. Twitter concede cinco meses, tanto para la madre como para el padre. Google como política global añade dos semanas a lo que marca la ley en el país en el que opere y ofrece guardería durante la jornada laboral.
Los googlers (empleados) son los que proponen su ascenso. La compañía se dio cuenta de que, en proporción, las mujeres se proponían menos. Google habló con sus empleadas para entender el por qué. “Hay que trabajar la mentalidad de la mujer”, dice Clemares.
Para la directiva de Google con las políticas empresariales que contemplan la equidad de género y la inclusión todos salen ganando. “Como compañía si consigues atraer mejor talento, retenerlo y que la gente esté más motivada, el nivel de productividad sube. Los resultados empresariales mejoran”, afirma.
Uno de los problemas a los que se enfrentan estas compañías es que tan solo el 10% de los estudiantes de las de carreras en tecnologías de la información y la comunicación (TIC) en España son mujeres. “Esto es un fenómeno global, no solo español”, expresa preocupada Clemares. “Lo que tenemos que hacer es mostrar que la tecnología tiene un impacto social muy importante. Porque lo que sí vemos es que las mujeres se sienten atraídas por carreras que tienen ese impacto social”. Por eso Google promueve iniciativas como Genios, que enseña programación a profesores, y niños de primaria. También impulsa la plataforma llamada Women Techmakers, que tiene como objetivo final crear una comunidad de mujeres que han estudiado TICs.
Clemares, que ha impulsado iniciativas de equidad desde 2002 en la consultora Mckinsey, reconoce que ha habido cambios en la representación femenina en las empresas pero han sido “lamentablemente” lentos. “El nivel de sensibilidad y conocimiento ha cambiado y se demostró el 8 de marzo”, afirma Clemares. “Empieza a haber un consenso entre la sociedad y el ámbito empresarial de que la igualdad es un tema importante al que hay que destinar recursos”. Para Nathalie Picquot la clave “es dar más visibilidad y oportunidad al talento femenino. Hay mucho”.
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