Una nueva flota para exiliar a la contaminación de la ciudad

Las ciudades son un hervidero de paquetes. Unas entregas son urgentes, otras aparatosas, otras caben en la mano, otras contienen bienes muy preciados para sus destinatarios y otras son fruto de un arrebato ojeando una tienda online. Lo que tienen en común muchos de estos envíos es que en la mayoría de los casos no es necesario contaminar para que lleguen a las manos de sus, normalmente, ansiosos receptores.

Son muchas las iniciativas para reducir la presencia de vehículos de gasolina en los núcleos urbanos, desde las nuevas empresas de alquiler de bicicletas, hasta los proyectos que sirven para compartir coche. La mensajería se suma a esta tendencia y especialmente aquella de lo que se conoce en el sector como última milla, es decir, el tramo entre el último centro de distribución y el destinatario final.

Diferentes Ayuntamientos ya fomentan que esta última parte del viaje que realizan los paquetes se realice con un método no contaminante, en primer lugar para reducir la polución en los ya sobrecargados núcleos urbanos, pero también para descongestionar de tráfico innecesario el centro de las urbes. Ciudades como Zaragoza, Elche, Madrid o Barcelona han desarrollado en los últimos años planes y proyectos para dar pasos hacia la movilidad sostenible.

La última en sumarse a la corriente limpia es Correos Express, la filial de paquetería urgente del Grupo Correos, que acaba de incorporar a su flota vehículos a gas y eléctricos, bicicletas y también realizará envíos con repartidores a pie. El denominado programa de Medios Alternativos de Reparto Ecológico y Sostenible funciona por ahora en Palma de Mallorca, Barcelona y Málaga y está en fase piloto en otras poblaciones como Bilbao, Barcelona, San Sebastián, Alicante y Madrid, entre otras. El objetivo es que esta sea la nueva tendencia de reparto en una empresa con más de 50 millones de envíos anuales en territorio español. Ya realizado medio millón de entregas con estos nuevos medios limpios.

El comercio electrónico ha hecho que el tamaño de los paquetes sea cada vez menor y los pedidos se entregan muchas veces por unidades

El motivo para que florezcan este tipo de iniciativas no es solo medioambiental, también es el propio mercado el que las impulsa. "El comercio electrónico ha hecho que el tamaño de los paquetes sea cada vez menor y los pedidos se entregan muchas veces por unidades. Eso hace que en la mayoría de las ocasiones ya no tenga sentido mover una furgoneta para el reparto", explica Antonio Fuentes, Director de Operaciones de Correos Express. Fuentes apunta que este proyecto se engloba dentro de una estrategia para optimizar las rutas. "El objetivo es acabar el año por encima de un millón de envios ir implementando más medios a lo largo de 2019 y 2020. El problema es que aún no existen baterías con autonomía suficiente para algunos de los repartos, así que iremos avanzando conforme lo permita la industria", añade.

En España existen alrededor de 60 empresas de ciclologística, que reparten paquetes en bicicleta, tricilo o a pie, y hace solo unos meses constituyeron una asociación para profesionalizar su trabajo. Muchas de ellas colaboran con el grupo Correos. Todos estos pasos van creando el camino para llegar a una movilidad sostenible en el centro de las ciudades.