Johnny Depp da el primer paso para reconducir su caótica vida

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Johnny Depp, el querido Jack Sparrow de Piratas del Caribe, estaba cayendo en picado y ha decidido empezar a enderezar su deriva cerrando el contencioso legal que mantenía desde enero de 2017 con sus antiguos administradores, The Management Group (TMG). El actor demandó a la empresa que representó sus intereses durante 17 años y les acusó de fraude, mala administración financiero y robo. La compañía contraatacó facilitando detalles de la vida personal del artistas que le retrataban como un caprichoso, que gastaba enormes cantidades de dinero para mantener su elevado tren de vida y sin reparar en las consecuencias sobre la buena salud de su situación financiera.

Depp y TMG acabaron su enfrentamiento de año y medio en una reunión de mediación que celebraron el pasado viernes y en la que llegaron a un acuerdo de la que no han dado a conocer los términos concretos, pero que cierra definitivamente la demanda del artista que reclamaba a TMG 25 millones de dólares y la querella de la empresa contra Depp a quien pedían 550.000 dólares por difamación.

El actor acusó a la firma de haber presentado tarde sus impuestos lo que le habría costado 7,5 millones de dólares en multas y que sus malas prácticas profesionales le habían llevado casi a la bancarrota. TMG contestó con un detallado informe de los gastos de Johnny Depp que cifraron en dos millones de dólares mensuales, incluidos detalles como que gastaba 30.000 dólares al mes en vino, o que había pagado 75 millones para comprar y mantener 14 casas, que incluyen un castillo francés, una cadena de islas en Bahamas, un yate, viajes en jet privado y una colección de arte. Despilfarros que señalaban como únicos responsables de su situación económica, a pesar de que en los últimos 13 años el intérprete había ganado 650 millones de dólares.

Uno de los abogados del actor ha enviado un comunicado a la revista People en el que se manifiesta: "Johnny Depp se complace en haber logrado un acuerdo con The Management Group después de las acciones legales que tomó contra la compañía en enero de 2017. La demanda contra TMG y el acuerdo posterior es una demostración más de que Johnny está decidido a tomar medidas para proteger su reputación personal y artística en interés de su familia y su carrera".

Sin duda en esta decisión ha pesado que la imagen del actor no ha parado de relacionarse en los últimos tiempos con salidas de tono, divorcios, situaciones violentas, declaraciones estrambóticas y un aspecto físico deteriorado que ha alarmado a sus admiradores y que ha hecho tambalear el prestigio de una carrera labrada a lo largo de sus años en el mundo del cine.

El comunicado continuaba incidiendo indirectamente en este aspecto: "Después del acuerdo, Johnny se complace en volver a centrar su atención en sus constantes esfuerzos artísticos, en particular en la segunda etapa de la gira mundial de The Hollywood Vampires (el grupo formado por el actor Johnny Depp y los veteranos del rock Alice Cooper y Joe Perry) y el lanzamiento de Animales fantásticos. Los crímenes de Grindelwald, escrita por JK Rowling, que se estrenará en cines en noviembre. Johnny extiende su agradecimiento a los verdaderos seguidores que han demostrado su lealtad hacia él y su familia en los últimos años".

A mediados del pasado mes de junio Johnny Depp concedió una entrevista en la edición estadounidense de la revista Rolling Stone en la que llegó a bromear sobre sus millonarios caprichos. "Es insultante decir que gastaba 30.000 dólares al mes en vino. Porque era mucho más", afirmó con sorna. Tampoco desmintió un gasto algo excéntrico referido a su amigo, el periodista Hunter S. Thompson, que se suicidó en febrero de 2005: al morir, el actor mandó sus cenizas al espacio en un cañón especialmente diseñado para ello desde Aspen, Colorado. "Por cierto, no costó tres millones mandar a Hunter al puto espacio. Costó cinco", dijo Depp en ese encuentro.

En la charla no faltaron referencias familiares. Por ejemplo el intérprete ha gastado millones cada año en seguridad para su madre, contratada 24 horas al día "por si necesitaba una ambulancia". Y finalmente terminó por reconocer que su imagen de los últimos años había podido perjudicar a sus hijos, Jack y Lily Rose: "Mi hijo ha oído historias sobre cómo ese viejo”, dijo refiriéndose a él mismo, "ha perdido toda su pasta de boca de otros niños del colegio, y eso no es justo", llegó a decir visiblemente emocionado.