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Columna
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Barojiana

En sus poco más de 80 páginas, 'Los pequeños mundos' de Jon Juaristi recoge el más bello homenaje al País Vasco que he leído en los últimos años

Félix de Azúa
El escritor Pío Baroja fotografiado en su casa.
El escritor Pío Baroja fotografiado en su casa.Jose Maria Lara (Pix Inc./The LIFE Images Collection/Getty Images)

Como las bicicletas, los libros son para el verano. Ustedes me van a permitir algunas recomendaciones de lecturas veraniegas. Y comenzaré por una joya pequeña, Los pequeños mundos, de Jon Juaristi (Ipso). En sus poco más de ochenta páginas se recoge el más bello homenaje al País Vasco que he leído en los últimos años, pero no al actual, ni siquiera al pasado País Vasco, sino al soñado por Pío Baroja en su novela Las inquietudes de Shanti Andía. He aquí unas vascongadas que ya don Pío hubo de soñar porque no existían ni en su infancia y que ahora vuelve a soñar y recorrer Juaristi en busca de aquel mundo desaparecido antes de que naciera Baroja.

El mundo perdido de Baroja es el de los puertos que recorre Juaristi como quien visita viejos caserones ruinosos en busca de algún indicio, algún signo que los devuelva a la vida. El escritor nombra los puertos como si fueran las palabras de un poema: Fuenterrabía, Pasajes, Orio, Zarauz, Guetaria, Zumaya, Deva, Ondárroa, Lequeitio, el puerto antiguo de San Sebastián. De ellos salieron los pilotos de altura, los marinos mercantes, los pescadores, los navegantes modestos o heroicos, los de cabotaje o transoceánicos. Y entre ellos, claro, Shanti Andía. ¿Qué embarcaciones conoció? ¿Cuáles eran las más usadas? ¿Qué es un bergantín, exactamente? ¿Y una urca holandesa? ¿Y qué se vendía en las covachuelas de “efectos navales” que frecuentaba Shanti? La curiosidad de Juaristi, como la del enamorado, es ilimitada y busca algo imposible, agotarse en el detalle. El autor del magistral El bucle melancólico conoce en profundidad la tristeza de los mundos añorados porque nunca existieron.

El de Baroja era un pequeño mundo soñado, el de Juaristi es un breve gran libro. Perfecta lectura de verano.

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Sobre la firma

Félix de Azúa
Nació en Barcelona en 1944. Doctor en Filosofía y catedrático de Estética, es colaborador habitual del diario El País. Escritor experto en todos los géneros, su obra se caracteriza por un notable sentido del humor y una profunda capacidad de análisis. En junio de 2015, fue elegido miembro de la Real Academia Española para ocupar el sillón "H".

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