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Tentaciones

El Primavera Sound será el primer festival en España con un protocolo contra agresiones sexuales

En una acción conjunta con el Ayuntamiento de Barcelona, la organización ha preparado un dispositivo especial para los días del evento

El concierto de Titus Andronicus en el Primavera Sound de 2016.
El concierto de Titus Andronicus en el Primavera Sound de 2016.Albert Garcia
Isabel Valdés

En medio del escándalo por el caso Weinstein, que hoy se ha entregado a las autoridades neoyorkinas, en medio de la indignación colectiva causada por la sentencia del caso de La Manada, que ha condenado a cinco sevillanos por abusos sexuales durante los Sanfermines de 2016, en medio de esa ruptura global del silencio con el movimiento Me Too, Denuncia a tu cerdo o el Cuéntalo, parece que empieza a despertar una conciencia colectiva que ha puesto en marcha a organizaciones, entidades públicas, empresas y ciudadanos.

Dentro de unos días, el Primavera Sound —que se celebrará del 30 de mayo al 3 de junio— se convertirá en el primer festival de España que cuente con un protocolo específico para la prevención de cualquier tipo de violencia sexual y contra las agresiones. Marta Pallarès, responsable internacional de prensa y portavoz del evento barcelonés, cuenta que, aunque parece haber llegado ad hoc para el momento, llevaban tiempo pensándolo. "No solo nosotros, esto no es del festival. Es una iniciativa conjunta con el Ayuntamiento de Barcelona que comenzó hace meses".

Alcohol, música, luces brillantes, a veces drogas... No son excusas, no hay excusas, pero son elementos que pueden propiciar la violencia sexual, en cualquiera de sus formas: tocamientos, conversaciones indeseadas, roces, abusos y, en el último escalón, agresiones, violaciones. Desde el verano de 2016, los protocolos para prevenir las agresiones se han multiplicado y decenas de entidades públicas los han implantado para sus días grandes, ferias o fiestas. Sin embargo, todavía ninguna ciudad lo había hecho en conjunto y de forma oficial con grandes eventos y el tejido hostelero para instaurarlo de forma continua. Barcelona, con su amplio abanico de posibilidades en cuanto a ocio nocturno, quiso empezar a blindarse frente a eso. "Estos espacios [se refiere a bares, pubs, salas de concierto y festivales] son lugares en los que hay que trabajar mucho, concienciar y tener siempre los ojos abiertos frente a situaciones de peligro", comenta Pallarès.

La imagen de la campaña
La imagen de la campaña

Fue el pasado febrero cuando la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, presentó de forma oficial el proyecto, "No callamos contra las agresiones y los acosos sexuales en espacios de ocio nocturno privado”, que se convirtió en un paso más tras el establecimiento de las casetas antimachistas que se ubicaron ya el pasado año en las grandes fiestas de la capital catalana y en el paseo marítimo, en verano, junto a las zonas que podían resultar más conflictivas.

Al plan se sumaron muchas de las salas de la ciudad —entre ellas la Sala Apolo, Sidecar, Razzmatazz, Arena, Moog o Plataforma— y sus tres festivales principales: el Primavera Sound, el Sónar y el Cruïlla. "Todo el personal de esos espacios o eventos ha sido formado para poder lidiar de forma efectiva en estos casos. Desde el personal de seguridad hasta el de barra, a todos se les han enseñado herramientas con las que detectar posibles situaciones de acoso y, si es a posteriori, poder atender a quien haya sido víctima, o haya sufrido algún intento de acoso o agresión. Teniendo siempre en cuenta que es posible que, además, haya alcohol de por medio y el trato y la atención han de ser las adecuadas".

Colau, el 22 de febrero, cuando presentó la iniciativa, fue tajante: "Damos un paso más para la corresponsabilidad de toda la sociedad. No callamos como ciudad ante ningún acoso sexual ni violencia machista. Esperamos que inspire a más ciudades. No puede haber impunidad”. La organización del Primavera Sound no puede estar más de acuerdo. "No dudamos ni un momento en que teníamos que ser parte responsable en esta iniciativa", apunta Pallarès.

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Está convencida de que esta es una iniciativa ya ineludible que debería propagarse y enumera algunos detalles del protocolo: "Un stand de información y formación que estará en la entrada al festival y que dará indicaciones sobre cómo actuar ante una agresión, o después, o si la estás presenciando. Además contaremos con atención a las víctimas y, para que no ocurra, que es lo que deseamos, habrá personal haciendo rondas continuas para detectar posibles problemas". Quieren, asegura la portavoz del Primavera, que el fórum sea de punta a punta un lugar seguro.

Junto a la iniciativa, una campaña que ya se ha extendido por todos los rincones de la ciudad: una boca enorme, verde y abierta que dice "no callamos". Una frase que recoge toda la fuerza del momento, el hartazgo, y el compromiso con la libertad sexual, con una respuesta activa frente a las agresiones de festivales, salas y público.

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Sobre la firma

Isabel Valdés
Corresponsal de género de EL PAÍS, antes pasó por Sanidad en Madrid, donde cubrió la pandemia. Está especializada en feminismo y violencia sexual y escribió 'Violadas o muertas', sobre el caso de La Manada y el movimiento feminista. Es licenciada en Periodismo por la Complutense y Máster de Periodismo UAM-EL PAÍS. Su segundo apellido es Aragonés.

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