La potente expansión de BTS: 32 millones de seguidores y dos ‘billboards’ en cinco años

Ya antes de llegar andaban revolucionando sus redes —con un número nada desdeñable de seguidores, casi 32 millones entre Instagram, Facebook y Twitter—, una ARMY (como se define su propia legión de fans) que copaba las redes sociales esperando la llegada de BTS, el grupo de K-pop surcoreano que arrasa en me gusta y retuits solo con pestañear. Se preguntaban qué llevarían como outfit, cuántas fotos podrían hacerles, cuántas veces los enfocarían las cámaras... Para ese ejército internacional, BTS anoche lo merecía todo. Y lo tuvieron casi todo.

El año pasado, sus followers se quejaron de que el grupo estaba sentado demasiado lejos del escenario. La noche del pasado domingo, los asientos marcados antes de la ceremonia que pudieron verse en Instagram desvelaron que, en menos de un año, BTS había pasado de una posición cercana al gallinero a los asientos centrales. Esa distribución, que suele venir marcada por la trayectoria de los artistas o por el número de nominaciones, significa que el grupo es algo parecido a un cohete en cuanto a exposición y expansión se refiere.

Desde esa primera fila se levantaron para recoger el premio como Top Social Artist. "Desde el año pasado, cuando ganamos este mismo premio, hemos tenido tiempo de pensar qué significa. Nuestros fans nos dijeron que nuestros temas cambiaron sus vidas", contó el líder, RM, al recoger el galardón.

Aunque siempre han enfocado sus letras a problemas, sentimientos y emociones que conectan como un calambrazo con su público, aseguraron que son más responsables que nunca, no solo de su música , sino de lo que cuentan en las redes sociales y de cómo lo cuentan. Y, bromeando pero en serio, hicieron alusión al alcohol: "Borrachos no escribimos en redes".

Poco después, estrenaron en vivo Fake Love, delante de varias decenas de espectadores desde decenas de países. Hacía solo 48 horas que habían lanzado su último álbum, Love Yourself: Tear, y ya habían alcanzado un nuevo récord en la historia del K-pop. Ese mismo single que tocaron sobre el escenario del MGM Grand Garden Arena superó el pasado viernes todas las previsiones: en cuatro horas y 56 minutos ya registraba más de diez millones de reproducciones en YouTube (este lunes 21 de mayo supera los 65 millones). Su récord estaba, hasta ese momento, con DNA, una de las canciones de su penúltimo disco, que alcanzó los diez millones en ocho horas. 

Antes y después, la atención de la ARMY se centró por completo en cada movimiento de los siete integrantes: los vieron llegar a la alfombra roja, posar junto a Taylor Swift, pasear entre una corte amplia de artistas mainstream salidos de factorías mucho menos exóticas, fotografiarse junto a los Backstreet Boys en el backstage, escuchar a Shawn Mendes confirmar que le encantaría una colaboración con ellos o a DJ Khaled, rapero y productor, grabar su encuentro y publicarlo a través de su cuenta de Snapchat.

No es la primera vez que artistas como Camila Cabello o Halsey aluden con admiración al grupo y hablan de la posibilidad de una colaboración. Guste más o menos el K-pop, o BTS en concreto, hay que reconocerles algo: son capaces de una movilización masiva con solo un estornudo.

La gala

Los Billboard Music Awards de este 2018 no duraron mucho más de tres horas en las que se subieron al escenario, para cantar, Ariana Grande, Kelly Clarkson, Dua Lipa, Shawn Mendes, Normani y Khalid, John Legend, Christina Aguilera y Demi Lovato, Ed Sheeran y Jennifer López —que aprovechó para presentar su nuevo sencillo, Dinero—.

El protagonista absoluto de la noche fue el británico Ed Sheeran, que recogió (y actuó) de forma virtual desde Irlanda sus seis galardones, incluido el de artista del año. Kendrick Lamar, con otros seis premios, y el Despacito, de Luis Fonsi, acapararon también gran parte de la atención de la gala.