¿Recorrerías el Danubio en bici?
El Donauradweg es una de las mejores rutas cicloturistas de Europa. Una nueva guía en español ayuda a descubrirla
El Danubio fue la primera gran autopista de Europa. Un hilo conductor de 2.888 kilómetros en torno al que crecieron y colapsaron culturas e imperios. En esta lengua de aguas achocolatadas –no azules– que nace al sur de Alemania y desemboca en el mar Negro se diluyen varios miles de años de historia de Europa. Por ella siguen circulando mercancías, personas, arte, cultura y conocimiento. Y nada mejor para recorrerla que el Donauradweg, el carril bici del Danubio, una de las mejores vías exclusivas para ciclistas del mundo. El Donauradweg empieza donde nace el río, en Donaueschingen (Alemania) y se desliza pegada a su costado, entre paisajes de ensueño y pueblos llenos de encanto, a lo largo de Alemania, Austria y Hungría.
Como dice Bernad Datcharry, coautor de la guía en español El Danubio en bicicleta (colección Bici:Map, ediciones Petirrojo), de reciente aparición, “los cauces de los ríos tienen algo de magia, son un símbolo de quietud y al mismo tiempo de continuo cambio”. El mayor atractivo del Donauradweg radica en la combinación de fantásticos paisajes, pueblecitos con encanto, buenos servicios para comer, dormir o alquilar bicis y una excelente infraestructura que evita en la casi totalidad de recorrido que el viajero sobre dos ruedas tenga que compartir trazado con vehículos de motor.
Si quieres hacer todo o una parte de la ciclo ruta del Danubio, estos son los datos claves.
Dificultad
Si exceptuamos algunas cuestas y repechos puntuales la ruta es mayoritariamente llana y no requiere mayor esfuerzo físico, aparte del de afrontar los kilómetros diarios que cada cual se proponga.
La ruta
El Donauradweg empieza en Donaueschingen (Alemania), donde nace el Danubio, y llega señalizada hasta Viena (Austria), si bien se puede continuar hasta Budapest (Hungría). El tramo alemán, hasta la frontera austriaca en Passau, tiene 586 kilómetros. De Passau a Viena hay otros 322 kilómetros. Muchos viajeros hacen un verano el tramo alemán y vuelven al siguiente para completar el austriaco.
Las etapas
La abundancia de servicios (alojamiento en hostales, hoteles o zimmer –B&B en casas rurales–) y de pueblos que atraviesa la ruta permiten diseñar las etapas a voluntad. Un cicloturista entrenado puede hacer sin problema entre 40 y 80 kilómetros diarios.
Mejor época
Los inviernos son muy crudos en esa zona de Europa así que de junio a septiembre se confirma como la mejor época. Lo que no quita para que puedan caer chubascos ocasionales. Julio y agosto es temporada súper alta y puede haber ciertos problemas de alojamientos en ciudades y localidades más turísticas. Por fortuna, las oficinas de turismo suelen funcionar también como central de reservas y ayudan a encontrar dónde dormir.
¿Llevo mi bici o la alquilo?
Si lugar a dudas, alquilarla allí. La ruta no es exigente por lo que no hace falta una bicicleta de gama alta y las que alquilan suelen estar además en muy buen estado y bien equipadas. Hay multitud de locales donde alquilarlas: en las estaciones de tren, en las oficinas de turismo, en el centro de las ciudades… Algunas empresas ofrecen incluso servicio de recogida al final de la ruta. De llevar la tuya, desde luego que sea híbrida o de cicloturismo, no de montaña.
Dónde dormir
Hay muchas opciones. La más barata es la amplia red de camping, pero obliga a llevar más peso en las alforjas (saco, tiendas, etc.). Económicos son también los albergues juveniles, tanto en Alemania como en Austria; pero hay que tener el carné de alberguista (www.reaj.com). Una buena relación confort-precio la dan las Privatzimmer, habitaciones en casas privadas, tipo B&B, muy usuales a pie de ruta. Luego hay desde pensiones a hostales y hoteles de todo tipo.
Cómo llegar y moverse
La normal es empezar en Donaueschingen, inicio del sendero, o en Passau (si se va a hacer solo el tramo austriaco). Si no quieres hacer todo el tramo alemán, la ciudad de Ulm es un punto intermedio bien comunicado para iniciar la marcha. En cualquier caso lo mejor es volar hasta aeropuertos alemanes como Stuttgart o Munich y desde allí seguir hasta el punto elegido para iniciar la ruta en la excelente, limpia y puntual red de ferrocarriles alemanes. Esos mismos trenes locales se pueden usar para saltarse alguna etapa, por ejemplo, o para regresar al punto de partida si hemos dejado nuestro coche allí o tenemos que devolver las bicicletas. En Austria hay un incluso un tren especial para cicloturistas que corre en paralelo a la ruta en ambas direcciones y sirve para avanzar o retroceder rápido.
Más información
El Danubio en bicicleta (en español), colección Bici:Map, Petirrojo Ediciones, 2018. Con mapas escala 1:75.000. P. V. P.: 17,50 euros.
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