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Ivana Trump, la exesposa del presidente de Estados Unidos Donald Trump, ha sorprendido al aparecer como invitada especial en el programa de la televisión italiana Ballando con le stelle, un formato similar al Mira quien baila español. Lo ha hecho poco tiempo después de haber criticado públicamente a Marla Maples, otra de las exmujeres del polémico mandatario, que el año pasado participó en la versión estadounidense del concurso, Dancing With the Stars. En aquella ocasión, la primera esposa del presidente y madre de Ivanka, Donald junior y Eric, escribió en su libro Raising Trump (Criando a los Trump), publicado en octubre del año pasado, que Maples, a la que se refiere constantemente como la showgirl no tenía “clase” por participar en ese espectáculo al que calificaba como “vergüenza”.

Además añadió que ella “nunca iría a ese programa” en el que se baila “con vestidos minúsculos y los pechos y el trasero fuera”, Y, según recoge la revista People contó que los productores le habían pedido que fuera “cientos de veces”, y siempre lo rechazó. Esta vez, debió cambiar de opinión porque el pasado sábado por la noche apareció en las pantallas italianas, para asombro de todos. Y aunque no llevó un vestido minúsculo si actuó con dos diferentes, ambos de color rojo y llenos de transparencias.

El programa italiano comenzó con imitaciones de animales, en las que los concursantes bailaban vestidos de pájaros, tigres, medusas o pavos reales, y cerró con el vals de Ivana Trump, de 69 años, que estuvo acompañada en esa actuación en concreto por su exmarido, el modelo italiano Rossano Rubicondi, de 49. Su puesta en escena fue el momento más visto del programa y de la noche, con 3.841.000 espectadores y un 20,5% de cuota de pantalla. Ambos acudieron como invitados junto a los actores Ryan Reynols y Josh Brolin para animar las semifinales del concurso.

Hacia la mitad de la retransmisión, a modo de gancho, la presentadora, Milly Carlucci, realizó una pequeña entrevista en directo a Ivana en la que la primera esposa de Donald Trump presumió de hijos –“A menudo me preguntan si Ivanka será la primera presidenta de Estados Unidos”, dijo– y de libro. Además se definió como una mujer “aventurera” y una apasionada del “peligro”. También contó que habla con el presidente al menos una vez al mes y siempre le pregunta qué hace o qué esta preparando. Relató que ese mismo día le había telefoneado y el magnate le había explicado que estaba “firmando cheques”. Entre carcajadas bromeó con que antes los firmaba de “millones de dólares” y ahora, de “billones”.

Ivana Trump, que conserva el apellido de su primer matrimonio, ha dado el sí quiero a dos italianos. En 1995, tres años después de su divorcio de Trump, se casó con el empresario Riccardo Mazzucchelli. Su idilio terminó con querellas cruzadas por difamación e incumplimiento del contrato prematrimonial. En abril de2008 se casó con Rossano Rubicondi, en una celebración realizada en la finca del presidente estadounidense en Mar-a-Lago que costó tres millones de dólares y reunió a 400 invitados. En diciembre de ese mismo año, Ivana confirmó que había presentado una demanda de divorcio y desde entonces la pareja vive en un constante tira y afloja. “Ciertos amores nunca terminan”, decía una voz en off antes de que ambos aparecieran en la pista de Ballando con le stelle.

Cuando terminaron su actuación, el jurado y la presentadora les propusieron volver el próximo año, como concursantes de pleno derecho, a lo que Ivana respondió: “Nunca se sabe... mientras tanto, practicaré”.